En clave de sol by Gustavo López
Cada año, la gripe reaparece con mayor o menor intensidad. Aunque no estamos ante una pandemia ni ante una situación extraordinaria, su impacto no es menor, ya que provoca ausencias laborales y escolares, sobrecarga los servicios sanitarios y afecta de forma especialmente seria a personas mayores, embarazadas o con patologías previas. Por este motivo, incluso en temporadas en las que la incidencia es moderada, la responsabilidad individual y colectiva es clave para minimizar sus consecuencias.
Y es que la gripe es una enfermedad respiratoria causada por virus que mutan con frecuencia. Aunque la mayoría de las personas desarrollan síntomas leves o moderados como fiebre, malestar, dolor de cabeza, congestión o tos, puede complicarse en los grupos vulnerables, derivando en neumonía o descompensaciones de enfermedades previas. Además, su alta capacidad de contagio hace que, cuando se dan varios brotes simultáneos, los centros de salud y hospitales puedan verse tensionados.

La gripe no exige medidas extraordinarias, pero sí un conjunto de recomendaciones básicas que está más que demostrado que frenan su propagación y reducen su impacto en la salud pública. Cumplirlas se convierte en fundamental. Entre ellas, se recomienda la vacunación, la higiene, evitar acudir al trabajo o al colegio con síntomas claros, ya que no se trata solo de recuperarse uno mismo, sino de reducir la transmisión. La responsabilidad individual tiene un efecto directo sobre la salud colectiva. Aunque no sea obligatorio, usar mascarilla en lugares concurridos cuando se tienen síntomas respiratorios es un gesto importante y a la vez respetuoso. Además, nunca hay que automedicarse, y debemos seguir el tratamiento adecuado e indicado por un médico.
No hay motivo para el alarmismo, ya que el virus de la gripe se conoce bien, pero no podemos menospreciarlo. El reto nunca será eliminarlo, algo que resultaría imposible, pero sí que hay que gestionar su impacto de forma eficaz, racional y solidaria. Porque la gripe seguirá visitándonos cada invierno. Y nosotros seguiremos teniendo la capacidad de responderle con serenidad, prevención y responsabilidad, pero eso sí, todos unidos, con la máxima responsabilidad y poniendo todos y cada uno de nosotros todo lo que esté en nuestra mano.












