La joven confiesa su invención tras el visionado de las cámaras de seguridad por la Guardia Civil

Las cámaras de vídeo y el testimonio de los compañeros fueron pruebas decisivasLas cámaras de vídeo y el testimonio de los compañeros fueron pruebas decisivasLas cámaras de vídeo y el testimonio de los compañeros fueron pruebas decisivas

Una joven jumillana ha sido condenada por presentar una denuncia falsa por agresión sexual contra un compañero de instituto. Los hechos ocurrieron en el mes de diciembre del año pasado, concretamente el día 14. Ese día, la chica, de 16 años, acudió al cuartel de la Guardia Civil de Jumilla denunciando que tres días atrás, el día 11 de diciembre a las 9 de la mañana, un compañero de clase la había abordado en los pasillos del centro y, agarrándola con fuerza por una de las mangas, había comenzado a someterla a tocamientos en el pubis y en los glúteos, a la vez que trataba de arrastrarla a los aseos con la aparente intención de continuar abusando de ella.

El chico pasó a ser inmediatamente arrestado tras la acusación como presunto autor de una agresión sexual. El descubrimiento de los hechos reales comenzó cuando el demandado pasó a ser el demandante, consiguiendo así que la chica relatase la autenticidad de los hechos, pasando a ser condenada por el Juzgado de Menores de Murcia.
La Guardia Civil, que acudió al centro educativo para solicitar las grabaciones de seguridad, encontró que la versión de la chica contenía importantes incongruencias.

La acusada reconoció los hechos y se conformó con las medidas propuestas por la Fiscalía de Menores y la acusación particular, consistentes en un periodo máximo de seis meses de tareas socioeducativas y el abono de una indemnización de mil euros a su compañero. Esas tareas sociales las desarrollará en centros de atención especializada para mujeres víctimas de la violencia de género, para que conozca la situación de las mujeres maltratadas.