Se celebró recientemente con la asistencia de 84 cronistas
Verdú freció una comunicación sobre Juan Lozano y Lozano, obispo de Mazara y de Tropea
Recientemente se celebró en León el XLIII Congreso Nacional de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales (RAECO), y el I Hispano Mejicano de Cronistas. Entre españoles y mejicanos asistieron un total de 84 cronistas. Jumilla, tuvo su representación con su cronista oficial Antonio Verdú Fernández que ofreció la comunicación titulada: “El Ilmo. Sr. D. Juan Lozano y Lozano: Obispo de Mazara y de Tropea, arzobispo de Palermo, virrey de Nápoles y Sicilia en Italia, y obispo de Plasencia en España. 1610-1679”.
El congreso comenzó con la apertura en el Ayuntamiento, así como distintas intervenciones y la conferencia “El León del Fuero”, ofrecida por Margarita Torres-Sevilla Quiñones, profesora de la Universidad de León. A continuación, los presentes asistieron en la plaza de San Marcelo, a unas danzas prehistóricas mejicanas con la que piden la lluvia, después a un cóctel y un concierto en el claustro de la Real Colegiata de San Isidoro.
Al día siguiente tuvo lugar el congreso y la Asamblea General Ordinaria, para seguir con lectura de las comunicaciones que serán recogidas en una publicación.
“Un personaje de tierra de vinos excelentes”
El cronista oficial de Jumilla destacó en su comunicación que “el personaje era de una tierra de un vino excelente, con un poblado íbero muy importante, y gran cantidad de villas romanas que demuestran su importancia histórica”. Sobre Juan Lozano y Lozano, Antonio Verdú resaltó, entre otras cosas, que “de joven no quiso estudiar, se fue de su casa y durante mucho tiempo no supieron ni dónde estaba. Se enteraron que hizo estudios de Teología Moral. Fue prior, predicador y maestro en Santa Teología”. “Además, -añadió Verdú- llegó a Roma como confesor del Marqués de Villafranca, que iba como embajador de España en la Santa Sede. Fue nombrado obispo de Mazara y de Tropea, así como arzobispo de Palermo. Fue virrey de Nápoles y Sicilia, debido a que el virrey oficial abandonó sus funciones oficiales, con lo que ocupaba su lugar el arzobispo que era nuestro jumillano. Ya en España, le nombraran obispo de Plasencia (Cáceres). Un accidente le produce malas heridas. Le llevaron al Monasterio de Yuste, donde por las mismas falleció, siendo enterrado allí, donde también lo estuviera el rey Carlos I de España y V de Alemania”.
Antonio Verdú, en su disertación también enseñó una carta del rey Felipe III, que hace años le dejó su amigo y recordado Manolo Barnuevo, en donde el monarca felicitaba al jumillano por la gesta de echar a los franceses de las costas italianas. Durante el congreso, los participantes también tuvieron la oportunidad de hacer algunas visitas al centro de interpretación León Romano (Casona de Puerta Castillo), así como al museo etnográfico de la Ciudad de León, la Colegiata de San Isidoro, el Museo Panteón Real y la catedral de Toledo.
Jumilla estuvo presente, a través de Antonio Verdú, junto a cronistas de Alcantarilla, Blanca, Caravaca, Cartagena, Alguazas-Lorquí y el cronista de la Región.