“Desbordados”, es la palabra que más se repite por parte de la organización de la Mini Feria del Vino, la Asociación de Empresarios del Vino, Asevin, y la Asociación Ruta del Vino de Jumilla.

Más de 2.000 personas asistieron a un evento que cada año se celebra al comienzo de la Feria y Fiestas de agosto y que en este  ocasión han superado las previsiones de asistencia de público en un 70% aproximadamente, ya que si en años anteriores la afluencia ha estado en torno a 1.000 ó 1.200 personas, este año, las cifras casi se han duplicado.

Cierto es que este año había más expectación que en años anteriores, debido precisamente a las novedades que se aportaban a esta edición, que como saben, consistía en adquirir una entrada al precio de cinco euros, en la cual troquelados, llevaba 10 tickets con los cuales se podía adquirir la copa de vino (2 tickets), o un vino de las diferentes bodegas que participaban (1 ticket), o bien una de las tapas de los tres establecimientos que finalmente participaron de la Asociación de la Ruta del Vino (1, 2, 3 ó 4 tickets, según la elaboración y coste de cada tapa).

Siete Días Radio, estuvo en la Mini Feria la mañana del sábado y pulsó las opiniones de los responsables de la organización así como del público que asistía y que hacía cola a las puertas del jardín para acceder al evento enogastronómico.

Lo que comenzaba con muy buenas expectativas y con esperanza por parte de Asevin, tal y como declaraba su presidente Silvano García, finalmente se tornó en desazón debido a la gran cantidad de público asistente, que hizo que las previsiones iniciales se desbordaran y por tanto no se pudiera atender a todo el público como se hubiera deseado.

Todo empezó muy bien, una cola ordenada para entrar, incluso el tiempo se portó ya que la temperatura no era demasiado alta y el sol calentaba tímidamente, pero una hora después del comienzo, ya se notaba en el ambiente que algunos asistentes criticaban el formato de los tickets, las colas para acceder a las tapas eran demasiado largas al igual que la del jamón que cortaba el equipo de cuatro cortadores de Pablo Martínez y para colmo, sobre las 13.30 horas era imposible comprar una entrada con copa, porque se agotaron las 1.700 que tenían previstas, y por tanto la venta de la entrada solo se podía utilizar para tapas, algo que nadie esperaba, ni siquiera los más optimistas de la organización.

Rosa González, vocal de la Ruta del Vino ha pedido disculpas a todos los que se hayan sentido perjudicados al mismo tiempo que ha agradecido el saber estar de muchos ciudadanos y de los establecimientos de tapas, que buscaban soluciones sobre la marcha, tratando de que nadie se quedase sin comer.

Los tres establecimientos de tapas pusieron todo de su parte incluso cuando acabaron sus previsiones. Casa Sebastián repartió 400 tapas de gazpachos, más 600 de pelotas y todavía llevó incluso fabada y tapas de manitas y oreja.

La Macarena repartió 400 tapas de gratinis de milhoja de patata y queso, más cinco paellas extragrandes, que arrojaron un total de unas 1.500 tapas.

Destápate por su parte confirmaba el reparto de 800 tapas de mortirigüelo que resultaron de la elaboración de 16 sartenadas y hasta 1.700 de otras tapas variadas, elaboradas igualmente por este establecimiento.

Rosa González añadía que desde la Asociación Ruta del Vino, se va a seguir trabajando de cara al año que viene para que todo resulte mucho mejor, se eviten en lo posible las colas y buscarán soluciones a todos y cada uno de los inconvenientes que se han encontrado, y que entiende que es una consecuencia por ser la primera vez que participan,  que además dos restaurantes decidieron no participar a última hora y que quizás todos estos atenuantes han sido los que finalmente dejen un sabor de boca agridulce, a pesar de que todo se hizo pensando en mejorar un evento ya consolidado en la Feria que al año que viene seguro que será un éxito.

La toda la información sobre lo acontecido en la Miniferia del Vino y las imágenes del acto en la edición impresa de Siete Días Jumilla