Es lo que asegura su amigo Mary Culibaly, en lo que coinciden las personas que le conocían que no se explican lo ocurrido

Mari Carmen Cañete

La respuesta masiva, con cerca de 300 asistentes, a la concentración que se llevó a cabo en Jumilla a principios de octubre, donde se pedía la colaboración ciudadana para localizar a Diakina Fofana, demostró que este maliense contaba con la simpatía de muchos de sus compatriotas residentes en la localidad y también de otros jumillanos que le conocían y trataban con él.

Su gran amigo y la persona que ha ejercido como portavoz desde que Fofana desapareciera, Mary Culibaly, se mostró muy apenado, una vez que la Guardia Civil le confirmó que el cuerpo hallado en un pozo del término municipal de Jumilla era el de su compatriota: “No entiendo cómo ha podido ocurrir, era muy buena persona, un buen hombre, un buen compañero, un gran trabajador y alejado de problemas”, afirma. Culibaly solo tiene buenas palabras para su amigo: “Conmigo se portó muy bien y eso no lo olvidaré nunca, cuando llegué a Jumilla, un día me vio durmiendo en mi coche y, sin conocerme de nada, me abrió las puertas de su casa, hasta que encontré vivienda”.

Cuando se conoció la desaparición de Diakina, Jose Abellán, presidenta de Cáritas Jumilla, se ofreció a sus compatriotas para ayudarles en lo que fuera necesario. “Yo le conocía cuando él asistía a clases de español y como integrante de la Asociación de Inmigrantes de Mali. Era una persona muy tranquila, que se relacionaba con sus compañeros de casa y del trabajo y nunca había tenido ningún problema”.

Diakina Fofana era originario de Mali y salió de ahí buscando una vida mejor. Allí dejó mujer e hijos, a los que puntualmente enviaba parte del dinero que ganaba trabajando en el campo. Llevaba 16 años en Jumilla y, según aseguraban los que le conocían, “se sentía de aquí y quería esta tierra”. Fofana, de 43 años, se encontraba desaparecido desde el pasado 2 de septiembre, precisamente, unos días después de regresar de Mali, donde fue a visitar a su familia. Ahora, tras lo sucedido, sus compatriotas, a través de la Asociación de Inmigrantes de Mali, están recaudando dinero para repatriar su cuerpo a su país.

Son varias las hipótesis que han surgido sobre la muerte de Diakina Fofana, relacionadas con alguna posible disputa o pelea con algún compatriota o un posible ajuste de cuentas, en cualquier caso, será el resultado de las investigaciones el que determinará los motivos y circunstancias que ocasionaron este suceso.

Fue en la mañana del pasado miércoles cuando la Guardia Civil recuperó un cadáver del fondo de un pozo en un paraje situado en el Término de Arriba de Jumilla que, finalmente se ha sabido que correspondía a Diakina Fofana. El cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina Legal (IML), para realizarle la autopsia. Los investigadores de la Policía Judicial detuvieron a un sospechoso que habría confesado el crimen y conducido a los agentes hasta la localización del pozo.