El enólogo recordó las vendimias de antaño de su abuelo ‘Campanero’

Lola Tomás

El enólogo Diego Cutillas ha inaugurado la nueva temporada de actividades en los dos últimos meses del año en la Casa del Artesano.
Cutillas contó en primera persona todos los recuerdos que tiene desde su infancia, de cómo era la vida en el campo, especialmente las vendimias, y las que desde muy pequeño participaba, primero como mero observador y más adelante colaborando en las diversas tareas que se le encomendaban, atendiendo a su edad y tamaño.

Vendimias de antaño

La charla comenzaba con una mención a su abuelo, “majuelero, viticultor y bodeguero”, y sus recuerdos en los atardeceres de finales del mes de septiembre en el paraje de El Ardal con la Sierra del Buey en el horizonte.
Con apenas ocho años, Diego Cutillas recordó como escuchaba atentamente las conversaciones de los mayores, los vecinos del lugar, en la ‘trasnochá’ y en los poyos de las puertas de las casas del campo.
“Mi abuelo fue majuelero, viticultor y pisador y siempre lo recuerdo con un pesado azadón para cavar cepas, o con el podón y tijeras de podar para escardar viñas, dejando los sarmientos adecuados”, recordaba Diego Cutillas.
La intuición era el único método entonces de ver el grado de maduración de la uva, y con llevarse un grano a la boca u observar el color y matiz de este, “mi abuelo sabía cuándo había que comenzar la vendimia”.


El enólogo fue desnudando sus recuerdos uno tras otro, haciendo un repaso exhaustivo de las diferentes faenas que se desempeñaban antaño, todas ellas alrededor de la vendimia de su abuelo Campanero”.
El acto lo abrió la concejala de Artesanía, María Quílez y Cutillas fue presentado por la presidenta de la Asociación de Artesanos, Paqui Mateo.