Exposiciones, un concierto solidario y una comida para más de mil alumnos
Actos en honor a sus fundadores la hermana madre María Rafols y el padre Juan Monal
El colegio Santa Ana continuará celebrando durante este semestre más actividades con motivo de la celebración de su 50 aniversario.
Coincidiendo con el inicio del curso 2019 – 2020 ya llevaron a cabo algunas de ellas, como la colocación del logotipo que conmemora esta efeméride en la fachada del colegio, y que fue el ganador de un concurso convocado previamente y dirigido a antiguos alumnos del colegio. Se elaboró en un taller de arcilla realizado en el propio colegio y es una placa de 60×60 de cuatro cuarterones de barro hechos en esmalte y cuerda seca, a cuya colocación asistió la alcaldesa y los directores de todos los centros educativos el día 5 de noviembre de 2019.
En ese segundo trimestre del curso han programado para el 14 de marzo una comida a la que están llamados a asistir 1124 alumnos y que se complementará con una exposición que mostrará una línea del tiempo de los acontecimientos más característicos de los 50 años del centro. Y de cara al tercer trimestre y último del curso están organizando una exposición en el Casa del Artesano denominada “Nosotros y el barro”, un concierto solidario y también la realización de varios programas especiales de radio y televisión en los que se abordaría la evolución del centro desde su apertura en el año 1971 hasta la fecha.
Todos las actividades pasan por las manos del director del centro, Francisco Jiménez Simón que a su vez las lleva al claustro de profesores para su debate y aprobación y cuenta con la inestimable colaboración de María Pla, maestra eterna y emérita del colegio Santa Ana y de Juan Agustín Carrillo ex-alumno del centro que también forma parte de la comisión organizadora de los actos del 50 aniversario.
El Ibáñez Martín cambió a 25 de sus alumnos al colegio Santa Ana
El colegio Santa Ana comenzó a funcionar en el año 1971 siendo su primera directora la hermana Crisanta. En el curso 70 – 71 ya se ponen en funcionamien to cinco aulas, siendo entonces directora la hermana Teresa Gómez, y fue en ese momento cuando desaparece el ingreso.
Es curioso señalar que la ratio para la solicitud de subvención, no era suficiente y el director del entonces colegio Ibáñez Martín, ahora llamado Mariano Suárez, sin la aprobación del resto del claustro, cambió a veinticinco de sus alumnos al colegio Santa Ana, para que pudiesen beneficiarse de la subvención.