Aunque en alguna ocasión ha asegurado que el proyecto seguiría en caso de descenso, el presidente se está replanteando su futuro

La derrota en Irún (2-0) certifica el descenso vinícola a Tercera

Los peores temores se han cumplido, y la derrota en el Stadium Gal de Irún (2-0) ha certificado el descenso del FC Jumilla a Tercera División, tras el empate a dos del partido de ida. De esta forma el conjunto vinícola cierra el ciclo más glorioso de su historia, después de cuatro temporadas en la categoría de bronce.

Ahora todo está en las manos de Li Xiang. El prediente ha asegurado en más de una ocasión que el proyecto continuaría independientemente de la categoría, pero lo cierto es que tras la consumación del descenso el máximo mandatario se está replanteando su relación con el conjunto vinícola. Se prevé que esta próxima semana el presidente y la directiva puedan reunirse para tomar una determinación respecto al futuro del club.

Todo está, pues, en manos del dirigente chino. Si decidiera no continuar invirtiendo en el FC Jumilla, éste parece en serio riesgo de desaparición. Todo un ‘papelón’ para el nuevo concejal de Deportes (todavía sin asignar), que junto al resto del consistorio tendrá que decidir qué hacer al respecto llegado el momento.

‘SALVADOS’ DESDE INVIERNO

Corría la jornada 22 y el FC Jumilla ocupaba una más que cómoda novena posición en el grupo 4, con pretensiones incluso de soñar con un ‘play off’ que por aquel entonces estaba a solo siete puntos. Más cerca que de los puestos de descenso, con los que los vinícolas tenían nueve puntos de ventaja. Una situación inmejorable para el Jumilla, que estaba protagonizando la mejor campaña hasta la fecha en Segunda B, desde su ascenso hace ya cuatro temporadas.

El acuerdo de colaboración con el Wolverhampton y la consiguiente cesión de jugadores al Jumilla, así como el trabajo realizado por Leonel Pontes, eran elogiados por propios y extraños, soprendidos por cómo el portugués había conseguido tal grado de cohesión en el vestuario, compuesto por jugadores de distintos países y culturas.

Tan optimista era el entorno respecto al futuro del FC Jumilla, que no puso el grito en el cielo cuando, en el mercado de invierno, salieron los ‘wolves’ Donovan Wilson y Ben Stevenson.  Delantero y centrocampista habían sido los dos futbolistas más destacados de los blanquiazules en la primera vuelta del campeonato, y el Wolverhampton decidió repescarlos para seguir fogueándolos en un equipo ‘de mayor entidad’. Estas bajas se suplieron con fichajes que en ningún caso pudieron igualar el rendimiento de sus predecesores, pero nadie podía imaginar que aquel movimiento iba a producir el derrumbamiento del castillo de naipes de Leonel Pontes.

Desde entonces dieciséis partidos y once puntos, con un bagaje de tres victorias, dos empates y once derrotas. Unos resultados que metieron al Jumilla en el ‘play out’.