Ha sido el último equipo en terminar y lo hizo en el césped del Uva Monastrell

Gustavo López

El equipo de Primera Cadete de la Escuela de Fútbol que entrena Txumy fue el encargado de echar el pasado sábado el cerrojazo a la liga de fútbol base. Una larga temporada que la Covid ha convertido en histórica.
Este último partido se disputó en el césped natural del Uva Monastrell y acabó con un justo empate (2-2) ya que si bien las oportunidades fueron para los locales, el rival tocó mucho y bien el balón, lo que se unió a la poca intensidad que en ocasiones pusieron los vinícolas a los que también les faltó actitud en ciertos momentos de encuentro. De hecho, no hay que obviar que hace ya un mes que todo debía haber terminado, por lo que la temporada se ha hecho larga, aunque sacar 7 puntos de 15 ha valido para quedar segundos.


Por todo esto, hay que felicitar al equipo que nunca tuvo el objetivo claro de ascender, pero que durante estos cuatro meses y medio tan intensos ha puesto sobre el césped todo su esfuerzo.
Igualmente, hay que tener en cuenta que cuando en Primera Cadete se colocó en posición de ascenso fue cuando peores sensaciones ha dejado, pero remontar trece puntos al segundo en la segunda vuelta y sacarle cinco más, sin duda es un mérito del plantel que es justo reconocer.
El míster quiso destacar que “se ha cumplido el objetivo marcado de que todos tuvieran minutos y participaran también con el Juvenil de Segunda. También tuvieron minutos tres cadetes de segunda, y dos infantiles así que este ascenso es de todos los que han ayudado a ello.
Ahora toca descansar después de acabar un 11 de julio y esperar que esto no se repita más.