Testimonio de José Andrés Alcolea, párroco de San Juan, en nombre del resto de párrocos de Jumilla. “Nosotros ofrecemos misas de forma privada por el alma de todos los difuntos“
“Son momentos que se viven con mucho dolor y desconcierto, pero queremos que no falte el apoyo espiritual para quien lo pueda necesitar”. Es el principal mensaje que lanza a todos los vecinos y en nombre de los párrocos de Jumilla, el párroco de la Iglesia de San Juan Bautista, José Andrés Alcolea.
En la conversación mantenida en Siete Días Radio, el religioso afirma que “es una situación nueva para todos, tenemos que seguir unas directrices que se nos marcan desde el Gobierno y las autoridades sanitarias, y en nuestro caso las pautas que va estableciendo la Diócesis de Cartagena”. “Los sacerdotes estamos viviendo estos momentos con mucho dolor, asegura, especialmente por las familias que están perdiendo a un ser querido, la misión de las parroquias se ve limitada, pero todos deben saber que la presencia de la Iglesia, aunque no se vea demasiado, sigue estando ahí”. El párroco de San Juan subraya que “la oración diaria por nuestros difuntos continúa, por lo que las familias deben tener la certeza de que, aunque no se pueda celebrar el entierro y las misas, nosotros de forma privada ofrecemos eucaristías por el eterno descanso del alma de esos difuntos, sean o no feligreses de cada parroquia, lo hacemos por todos”.
PROTOCOLO EN LOS FALLECIMIENTOS
En el caso que el fallecimiento sea por coronavirus, según informa el religioso, “cuando muere en casa o en el hospital, el cuerpo se desplaza directamente al cementerio y no pasa por el tanatorio”.
En el caso de muerte natural, dice José Andrés Alcolea, “la familia tiene derecho y nosotros estamos dispuestos a acudir a dar el último sacramento, la unción de enfermos en su hogar o en el cementerio. Se realiza una ceremonia sencilla y breve de despedida y con la asistencia de tan solo un par de acompañantes, y siempre cumpliendo las medidas de seguridad establecidas”. “Por lo que, añade, la asistencia del sacerdote está asegurada y físicamente acudimos a los tanatorios cuando se nos requiere”.
También ha puesto de relieve la iniciativa impulsada por Cáritas y las tres parroquias, la de recordar a los fallecidos con un ramo de flores colocado en la capilla del cementerio municipal, “es un pequeño gesto, para que las familias no se sientan solas a nivel espiritual y, en esta situación de tanta frialdad y dureza, que sepan que sus seres queridos no han caído en el olvido”, destaca Alcolea.
Preguntado por si piensan en alguna celebración especial una vez que pase esta crisis, José Andrés Alcolea afirma que “vivimos el día a día, no sabemos si mañana cambiarán las normas, lo único que nos queda a los creyentes es pedir a Dios que ponga su mano y que esta situación vaya remitiendo”.
ESTAREMOS AHÍ PARA CUALQUIER PERSONA O FAMILIA QUE LO REQUIERA
Por último, el párroco de San Juan ha dejado un mensaje para todos los jumillanos: “Estamos a disposición del pueblo de Jumilla, ahora de forma más privada, pero nuestros teléfonos son públicos y cualquier persona a cualquier hora del día o de la noche puede requerir nuestra presencia y ahí estaremos”.