Miguel Ángel Revilla reivindica soluciones. El político cántabro visitó zonas de cultivo junto a jóvenes agricultores “que tenían ilusión y ahora están angustiados“.
Lola Tomás
“Aquí estoy, en Jumilla, con gente joven que tenía ilusión en dedicarse a la agricultura y están angustiados’.
Así comienza Miguel Angel Revilla su reinvindicación junto a jóvenes agricultores de la zona, exigiendo soluciones a una situación insostenible ante la falta de agua. “Tendrá que haber alguna solución, porque no se pueden desperdiciar miles y miles de hectáreas de terreno de extraordinaria calidad de suelo, por falta de agua”.

“Hay dos Murcias”
Revilla, pedía que se buscase una fórmula, para que esta parte de Murcia sea como la otra y a pie de campo sostenía que “hay dos Murcias, una de regadío, que es la huerta de España y de Europa, pero hay otra parte que da pena verla”, en referencia al suelo que pisaba en Jumilla, en plena comarca del Altiplano.
“Esto se ha convertido en un auténtico desierto, ya no llueve, no hay regadío y miles de hectáreas que en su día tenían almendra, o vid de uva monastrell, están completamente secas, y ya sin posibilidad alguna de que ese suelo se regenere y con ello todas las cepas y resto de cultivos”.

El político y escritor, volvió a solicitar “alguna solución porque la sequía va a ir a más, pero en otros sitios hay plantas desaladoras, ayudas, trasvases…, frente al cambio climático hay que poner soluciones para que esta gente no vea cómo sus campos ya no valen para nada. Esto es el desierto”.