En clave de sol by Gustavo López

Considero que lo más importante de la Semana Santa no es la Junta Central, y de la misma manera, en la Fiesta de la Vendimia tampoco es fundamental la Federación. De hecho, estoy seguro que coincidirán conmigo si les digo que lo verdaderamente imprescindible son las hermandades o las propias peñas, así como las comparsas en los Moros y Cristianos o los equipos en las escuelas deportivas.
Y a cuento de qué les digo esto, pues por el Carnaval, un empeño que está resultando muy difícil de que coja peso en nuestro pueblo debido principalmente a que no contamos con grupos carnavaleros. Cuando se organiza el programa desde Festejos del Ayuntamiento, se deja todo al libre albedrío de que aparezcan grupos de amigos, máscaras y mascarones, corriendo precisamente el peligro de hacer unas actividades y que no participe nadie desde dentro. Eso siempre es una incógnita.


El pasado fin de semana, nuestros vecinos de Yecla, presentaron a la reina del Carnaval en un apoteósico acto en su teatro, con despliegue de plumerío, espectáculo y hasta chirigota propia. El evento registró un llenazo absoluto, y después de verlo, pues no podía hacer otra cosa que plantearme una lógica pregunta: ¿Por qué esto no pasa en Jumilla?
No se trata de envidia ni nada por el estilo, es simplemente que ni Yecla ni Jumilla son Tenerife, Cádiz, Águilas o Cabezo de Torres. Nuestra comarca no tiene una tradición carnavalera como en estas ciudades que les digo, pero nosotros hemos sido incapaces de adecentar unas fiestas que llevan demasiados años que ni fu ni fa, ni para adelante ni para atrás.
Bueno, pues después de hablarlo con varios amigos, y de darle algunas vueltas, pienso que el kit de la cuestión está en que no tenemos comparsas o grupos de Carnaval, y así creo que es muy difícil.
Antes, cuando estaba prohibido, como pasaba con todo, la calle del Calvario era un hervidero de personas disfrazadas, pero no hemos sabido evolucionar, y hemos dejado perder el tradicional domingo del higuico, y el añorado martes de carnaval, que hubo un tiempo en el que incluso llegó a ser fiesta local.
Sin ánimo de dar un consejo, pues soy quizá el menos indicado, sí considero que Jumilla debe de trabajar encaminada a poner en marcha grupos de Carnaval, que se organicen o programen unas fiestas en condiciones que dejen a un lado la incertidumbre de ahora.