Joaquin Hernandez, presidente del círculo de economia. © Nacho Garcia 4/7/2019

Presidente del Círculo de Economía de la Región de Murcia

Es el nuevo presidente del Círculo de Economía de Murcia, Joaquín Hernández Muñoz que afronta su mandato de cuatro años al frente de un selecto colectivo de empresarios y directivos de la Región con el objetivo de impulsarlo como referente en la defensa de la transparencia, la ética y el buen gobierno en el mundo de los negocios.

Director general de Bodegas y Almazara BSI  a cuyo frente se puso en el año 1986; es vocal del consejo sectorial de Cooperativas Vitivinícolas de España, y máximo mandatario de la cooperativa de ulterior grado de exportación Vinispana, presidente del club de vinos El Arte de Beber y vocal del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Jumilla..

• Asumió el cargo de máximo representante del Círculo recientemente, tras sustituir a Bruno Dureux, ¿qué retos se marca por delante?

• Nuestra misión es pensar y contribuir a la sociedad en aquellos aspectos que sean importantes para la Región, aportando ideas,  además de formar y compartir conocimiento con todos nuestros socios. Y como no dependemos de nadie, queremos seguir manteniendo esa independencia de pensamiento para ofrecer aportaciones que contribuyan a mejorar desde la autoridad moral del conocimiento, pero no mediante la mera crítica, sino haciendo las reflexiones adecuadas para aportar, tal y como se ha hecho de aquí para atrás con el club de debates. Porque no nos priman intereses particulares sino el general, poniendo el código ético como eje.

• Usted procede de un sector tan tradicional como el vinícola, ¿cómo le influye en su visión del mundo empresarial y en sus compromisos?

•Toda mi familia, mis padres, vienen del sector del vino y, de hecho, uno de mis abuelos tenía una de esas bodegas pequeñitas, Casa Lobo, que en un momento concreto se unificaron tras una crisis que hubo, por lo que sé desde siempre lo que se sufre y le doy el valor a las cosas. De manera que la ética que uno ha vivido y lleva en la sangre ha servido así de algo, como me dicen en mi casa. Así que la forma de trabajar que he aprendido en nuestra propia empresa es a no mirar a corto plazo, aunque se pierdan oportunidades que parecen muy buenas, sino que hay que hacer las cosas a largo plazo, porque llega y es mejor. De hecho, quienes nos dedicamos a gestionar no lo hacemos solo con dinero, o tangibles, sino que gestionamos personas, bienestar y, en suma, una mejor sociedad de futuro.

• Esa mirada humanizadora en los negocios no abunda mucho.

• Las personas tienen que estar siempre en el centro de todo. Por ello, desde el Círculo estamos haciendo un plan estratégico en el que una de las líneas claves es impulsar los códigos éticos entre los directivos, que también podrían servir de ejemplo para las instituciones y, en conjunto, para toda la sociedad. Ahí entraría todo el ámbito de la economía y la sostenibilidad, el reparto del trabajo, la lucha contra la precariedad laboral. En suma, se trata de crear una cultura empresarial donde se hagan las cosas bien, es decir, como se han hecho siempre, tal como lo practicaban todos los días nuestros abuelos.

• Los hombres del campo podrían impartir másteres en estos tiempos.

• Me sorprendo a veces teniendo que hablar de ética, de sostenibilidad, porque nuestros antepasados lo tenían claro y decían que ahí no se podía poner ese cultivo; o si en la poda del viñedo se hablaba de que si se dejaban más brocás habría más uva, entonces el abuelo decía que no y advertía de que la viña tenía que durar tantos años, y no podía ser que esta campaña diera cinco kilos y entonces a la siguiente que se secara porque no podía aguantar el producto. Algo que te diría cualquier agricultor mayor de Jumilla al que le preguntes. En este sentido, claro que hay que volver a recuperar esa mentalidad en todos los sectores, en general, tras unos años en los que se impuso la ganancia rápida.

• Miremos a la actualidad en este momento de incertidumbre con el retraso de la conformación de los gobiernos español y regional, ¿qué le parece la situación?

• Las empresas necesitamos certidumbres y saber cuáles son los marcos jurídicos y las políticas que se van a aplicar. Cuanto antes se establezcan los acuerdos de gobierno que se tengan que hacer, y eso facilite el desarrollo empresarial, pues mucho mejor, porque eso es lo que pedimos. Y eso pasa porque se quiten trabas administrativas, que en esta Región nos gustan especialmente, en vez de dar facilidades a las empresas y a los ciudadanos, puesto que dificultan la puesta en marcha de proyectos.

• La escasez de agua es una realidad que afecta de una manera u otra a todo el territorio regional.

• Claro, es que aparte tenemos otros problemas medioambientales, como la desertificación de las zonas más áridas del interior, caso del Noroeste y el Altiplano, del que pocas veces se habla, ni al que tampoco se buscan soluciones ante un cambio climático que cada vez se nota más. El problema es que esta Región mira muy poco a esas tierras y desconoce su valor. Además, lo más significativo es que esos territorios necesitarían un mínimo de sostenibilidad, es decir, muy poca agua, para mantener la supervivencia de esos cultivos milenarios de vid, olivos, y almendros. Y eso permitiría a su vez mantener una actividad que ha demostrado que genera un tejido productivo capaz de desarrollar una economía local y frenar la despoblación.

• ¿El vino de Jumilla es el ejemplo?

• Lo es, porque a partir de su crecimiento está desarrollando una marca de Región que es conocida en todo el mundo, y lo mismo ocurre con los vinos de Yecla y Bullas. Además, estamos haciendo que venga gente de fuera a trabajar, contribuyendo a distribuir la riqueza entre la sociedad.

• Tampoco se puede obviar que la especulación de los recursos hídricos también se produce en zonas de secano roturadas como regadío.

• Es que la puesta en marcha de un plan que aportara esa agua tan necesaria para las comarcas del interior debería estar limitado a ese arbolado, no a la tierra, de forma que no se utilice para hacer un cambio de cultivos intensivos atípicos, o para otros menesteres, tal como pasa en casos donde se ha especulado con los recursos.

• En materia de infraestructuras de comunicación también se arrastran déficits y retrasos importantes.

• Empezando por el AVE, tendría que haber estado aquí ya hace unos años. Pero, por ejemplo, también siguen sin darse pasos en la conexión en autovía por el interior desde el Altiplano al Noroeste, ayudando a vertebrar más la Región, que tampoco supondría una gran dificultad. Así que es cuestión de voluntad. Y para ello tiene que servir la política.

• ¿Qué papel debe jugar el Círculo para ayudar al impulso económico regional, en su conjunto?

• Pues creo que puede ser muy bueno, ya que lo integran profesionales ajenos a intereses políticos, con unas capacidades fantásticas, y que pueden transmitir conocimiento, así como analizar los distintos desafíos y aportar ideas desde la sociedad civil para conseguir un desarrollo económico sostenible que sirva para todos, no solo para unos cuantos. Estamos en una Región única en emprendimiento y con gente de mucho talento. Así que lo hay que hacer es orientar para el crecimiento y eliminar la especulación que se da.