Es una de las afirmaciones del concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Juan Gil Mira

El edil añade que ”a este respecto no existe normativa regional, nacional, ni europea”

El tema de los malos olores en Jumilla es un problema que se arrastra desde hace muchos años y que se acrecienta, sobre todo, en verano o al menos es la época del año en la que los ciudadanos se quejan más, al ser días en los que se vive más en la calle y los vecinos pasan tiempo en casas de campo, al aire libre y los del casco urbano mantienen las ventanas abiertas por la noche, ante las altas temperaturas.

Este verano se vuelve a hablar sobre el asunto, de hecho un grupo de ciudadanos, cuyo promotor o promotora se desconoce, han puesto en circulación un escrito que han repartido en establecimientos de Jumilla, donde solicitan firmas pidiendo al Ayuntamiento la clausura del vertedero situado en la Loma de Hellín, debido, según indican, “a la gran contaminación odorífera y proliferación de insectos que dicho vertedero está provocando, y que afecta tanto a las viviendas más próximas como al propio casco urbano, mermando en gran medida la calidad de vida de todos los vecinos”. Se amparan en el artículo 70 bis de la Ley 7/1985, de abril, Reguladora de las Bases de Régimen Local. Igualmente al amparo del citado artículo solicitan “que se proceda a someter la presente iniciativa a consulta popular”.

“No existe vertedero en activo”

Ante esta situación, Siete Días ha mantenido una entrevista con el concejal de Medio Ambiente Juan Gil Mira quien ha informado en primer lugar que en Jumilla “no existe vertedero en activo, los vasos que había ya se sellaron y en el que queda vacío no se deposita nada, sobre el cual estamos en trámites con la consejería de Medio Ambiente para darle el uso que se estime conveniente”.

En cuanto a la empresa a la que hacen referencia en el escrito, Gil Mira señala que “como cualquier empresa deben tener su actividad regulada conforme a ley, esa empresa está regulada con una normativa regional y la autorización es autonómica, por lo que disponen de una autorización ambiental integrada y nosotros como Ayuntamiento lo que hacemos es un seguimiento de forma regular”, asegura.

“El equipo de Gobierno huele y sufrimos las mismas molestias que todos los vecinos”

El edil de Medio Ambiente ha recordado que desde hace años, el Ayuntamiento prohíbe, los meses de junio, julio y agosto la utilización de lodos de depuradora o cualquier estiércol animal como abono agrícola. Este hecho se recoge como infracción muy grave y que puede ser sancionado con una multa de 3.000 euros.

Gestiones

En junio de 2017 el Ayuntamiento requirió a la dirección general de Medio Ambiente para que inspeccionara los posibles focos emisores de la pestilencia. Según Gil Mira, “en ese momento no se obtuvo respuesta, transcurrió un año y en junio de 2018 es cuando se produjo la visita a esas actividades”. “A raíz de esa visita, continúa el edil, se pidió en reiteradas ocasiones y por varias vías, que se nos remitiera el informe pertinente, ha pasado un año y todavía no tenemos noticias”. Añade que también se han hecho visitas de seguimiento, por parte de la Policía Local, Guardia Civil, Seprona, técnicos municipales y responsables de Sanidad. Asimismo, en la última semana se hizo una visita desde Sanidad Natural de la Región para hacer una inspección.
Juan Gil Mira insiste que “a día de hoy no tenemos ningún tipo de informe al respecto, pero se va a seguir insistiendo y pedir que se actúe en el ámbito que proceda, entendiendo que es una molestia difícil de reducir, pero si hay una irregularidad, que se actúe.” “Solo pretendemos, añade, que las actividades se hagan conforme a buenas prácticas, pero no se trata de perseguir a ninguna empresa”.
Incluso, en este sentido, el Ayuntamiento ha exigido estudios concretos de olores a una empresa que además, según el concejal de Medio Ambiente, “asumieron el coste del mismo, lo presentó y estaba en los límites correctos”.
Juan Gil Mira se muestra rotundo al afirmar que “estamos trabajando y lo seguiremos haciendo, aunque es un asunto complicado y de difícil solución ya que no hay normativa ni regional, ni nacional, ni europea”. El concejal de Medio Ambiente indica que “obviamente el equipo de Gobierno huele y tenemos las mismas molestias que los vecinos” y subraya: “No vamos a querer mantener un problema, si la solución estuviera en nuestra mano”.
Por último, lanza un mensaje a los jumillanos: “Estamos trabajando, que la alcaldesa tiene una máxima preocupación en ello, de hecho hemos pedido una reunión en Murcia para abordar este tema”.