Es catedrático de Filología Románica de la Universidad de Salamanca, y ofreció un sentido, documentado y espiritual pregón de la Asunción

Mari Carmen Cañete

Un sentido, documentado y espiritual pregón de la Virgen de la Asunción fue el que ofreció el catedrático de Filología Románica de la Universidad de Salamanca, Juan Miguel Valero. Fue el pasado domingo en la Parroquia Mayor de Santiago, donde ya se encuentra la imagen de la Patrona de Jumilla que recibirá culto durante las fiestas patronales que se celebran del 6 al 21 de agosto.
Juan Miguel Valero es jumillano, de ahí que su pregón tuviera muchos recuerdos de su niñez e infancia.


Estudió en la Universidad de Salamanca, donde se licenció en Filología Hispánica y Filología Románica. En 2005 obtiene el título de Doctor Europeo en Filología con la calificación de Sobresaliente Cum Laude y premio extraordinario de doctorado. Desde el año 2000 desempeña diversos puestos docentes como profesor en la Facultad de Filología, en el Instituto de Estudios Medievales y Renacentistas y Humanidades Digitales. Es docente en el Grado en Lenguas, Literaturas y Culturas Románicas y en el Máster del IEMYR.
En el presente ejercicio de 2022 ha obtenido la cátedra de Filología Románica por la Universidad de Salamanca. Ha desarrollado docencia e investigación en centros y universidades de reconocido prestigio de lugares como Nápoles, Florencia, Roma, París o New York, entre otros. Además, cuenta con más de un centenar de publicaciones, entre libros y artículos científicos.

Muy documentado y con tintes espirituales

Su amplia formación, dio como resultado un pregón muy documentado aderezado con tintes espirituales sobre la figura de la Virgen. Así, Juan Miguel Valero recorrió algunas de las claves teológicas, históricas y literarias que conforman el Misterio de la Asunción de María. “La presencia de la Virgen en Jumilla, explicó Valero, se documenta con vigor desde el siglo XIII, siendo objeto de gran culto y devoción. Varias son las advocaciones marianas en Jumilla, vinculadas a relevantes figuras históricas, como Alfonso X (Santa María de Gracia) o san Vicente Ferrer (Virgen de Rosario). Las vírgenes de Jumilla, que tienen en el monasterio de Santa Ana sus atalayas espirituales, la abuelica Santa Ana y el Cristo Amarrado, dialogan unas con otras a lo largo de la historia y de generaciones de jumillanos que las han acogido como centros de vida”.


También destacó el pregonero: “De especial predilección gozó de antiguo, por fervor del Concejo, la Virgen de la Asunción, que desde lo alto parece extender su manto de luz, blanco y celeste, sobre el cielo y la bandera misma de Jumilla. Venerada por su pueblo y cuidada por su Cofradía, se tiene constancia de numerosos festejos y ofrendas consagrados a la patrona de la villa, y de que hace siglos se representó en su honor un Auto o Misterio similar al de Elche, que fue recuperado en 2021 con gran entusiasmo, y que este año continúa su andadura”.

Momentos de su infancia y de su juventud

Juan Miguel Valero recordó momentos de su infancia y juventud relacionados con la Virgen, y cómo “esta se manifiesta a su pueblo en las cosas más sencillas: el fruto de sus vides y olivos, los lirios y malvas que crecen, junto a los cardos, en las veredas, la sombra de un olmo o un moral, las familias y vecinos que cuidaban unos de otros en aquella espina dorsal que tantas veces recorrió de camino a casa de su abuela materna, el Paseo de la Asunción, que acaba en la ermita de San Agustín, morada de Nuestra Señora. Del peso de la historia, de las tradiciones hondamente entendidas y de sus vivencias, dijo, solo cabe llegar a una conclusión, Jumilla merece el título de Ciudad de la Virgen”.

El pregonero fue presentado por el también jumillano Juan Simón, director teatral, que dio cuenta, con divertidos y emocionados detalles, de su personalidad y de su trayectoria académica. El pregón de la Virgen de la Asunción tuvo lugar tras la celebración eucarística, presidida por el párroco Manuel de la Rosa, y contó con la intervención, al órgano, actualmente en proceso de restauración, de Guillermo García Villaverde. Al finalizar el acto se hizo entrega de una acuarela como obsequio y recuerdo de su pregón por parte de la presidenta de la Cofradía de la Patrona.


Con anterioridad al pregón, Juan Miguel Valero fue recibido en el salón de plenos por la alcaldesa, Juana Guardiola, la corporación municipal y la junta directiva de la Real Cofradía de Nuestra Excelsa Señora María de la Asunción Coronada y del Glorioso San Roque, encabezada por su presidenta, Fili Simón.