Más de 50 vehículos asistieron a la llamada de la Asociación de Vecinos de San Fermín

Mari Carmen Cañete

Jumilla fue, el pasado domingo, el epicentro de motos clásicas, donde se contabilizaron más de 50 vehículos de este tipo que estuvieron expuestas en la plaza de la Alcoholera para el deleite del público que acudió a contemplarlas.
La actividad fue una concentración, que alcanza ya su quinta edición, organizada por la Asociación de Vecinos del Barrio de San Fermín cuya presidenta Juani Pérez se mostró muy contenta por la respuesta obtenida e informó que participaron motoristas y aficionados provenientes de lugares como Murcia, Caravaca, Biar, Totana, Albatana y Valencia, e incluso acudió un sidecar de Murcia con matrícula de Portugal.


Por su parte, José Antonio Tárraga, colaborador en la organización y aficionado destacó “el gran orgullo que supone que Jumilla se conozca por este tipo de eventos y donde podemos contemplar verdaderas joyas, algunas muy antiguas y otras muy bien restauradas y conservadas”, dijo Tárraga.
La jornada comenzó con las inscripciones y un almuerzo típico, regado con vinos de la tierra. Ya a mediodía se hizo entrega de varios premios, así como el sorteo de numerosos regalos.

Galardones

En cuanto a los premios, fueron a la moto más madrugadora para Pedro Rucho, el motero más joven fue Lauri Verdú, la mujer motera más joven, Marta Cánovas y la mujer motera Adela Navarro.
Por su parte, Pascual Cruz recibió el premio al motero más mayor y Juan Carcelén al motero mejor caracterizado.
Además se entregó un galardón a la moto mejor conservada que fue para Juan Carlos García, a la mejor restaurada para Marcial Martínez y a la moto más antigua que fue la de Pío Bernabeu.


Igualmente, la organización realizó un homenaje póstumo a Ramón García Rico, “el mudo”, un gran aficionado a las motos y que no faltaba nunca a la cita. Sus hijos recogieron una placa de recuerdo y se guardó un minuto de silencio en su honor.
A partir de ahí arrancó un desfile de estos vehículos que recorrió buena parte de la ciudad, pasando por los barrios e incluso haciendo escala en la pedanía de La Estacada.