El Ayuntamiento de Jumilla ha convocado un minuto de silencio este mediodía en la puerta del consistorio. El fin ha sido rendir un homenaje a Miguel Ángel Blanco, en el vigésimo aniversario de su asesinato a manos de ETA, así como a todas las victimas del terrorismo.

En este acto, la alcaldesa Juana Guardiola ha leído emocionada el manifiesto enviado por la Federación de Municipios y ha manifestado que “ese acontecimiento se quedó muy grabado en nuestra vida y del que recordamos lamentablemente todos los detalles”. 

Además, la portavoz del grupo municipal del PP Alicia Abellán coincidió en señalar que todos recordamos con dolor y con rabia esas horas que fueron desoladoras para todos los españoles de bien.

 A este acto han asistido varias decenas de personas, entre ellos, distintos concejales tanto del equipo de Gobierno como del PP, así como representantes de los Cuerpos de Seguridad de la Guardia Civil y la Policía Local.

Un 10 de julio de 1997, Miguel Ángel Blanco, concejal de PP en la localidad vizcaína de Ermua, no acude a su trabajo en una consultoría en Eibar. Ha sido secuestrado por un comando de ETA. La banda terrorista reivindica el secuestro en una llamada a Egin. Amenazan con matarle si en un plazo de 48 horas -el sábado 12 de julio a las 16:00 horas- el Ministerio del Interior no acerca a cárceles del País Vasco a los presos etarras. Y, por desgracia y a pesar de las multitudinarias manifestaciones y concentraciones ciudadanas por todo el país, así fue, el Gobierno no cedió, venció el plazo dado por ETA y asesinaron al concejal.

Ese mes de julio de 1997, ETA perdió mucho más de lo que ganó. Las 48 horas de secuestro de Miguel Ángel Blanco y su posterior asesinato estremecieron a España. El país despertó de su letargo -más bien de su miedo- contra el terrorismo de la banda.