Las bodegas con mayor presencia en EE UU confían en que, al final, no haya repercusiones, ya que es un mercado clave para la exportación

Yecla es la segunda DO española con más ventas en el país yanqui

Los vinos de Jumilla y Yecla miran con cierta preocupación la posible aplicación de aranceles a las cientos de miles de botellas que desde el Altiplano se exportan a Estados Unidos. Y es que, Donald Trump, ha dejado ver su intención de aplicar mayores impuestos a los vinos que proceden de Francia, aunque la medida podría afectar también a todos los que se elaboran en la Unión Europea.

Hay que tener en cuenta que la segunda DO que exporta un porcentaje más alto de su producción en aquel país es la de Yecla, con el 14% del total que produce al cabo de un año. Lo que se traduce en unas 600.000 botellas. Tan solo la denominación de origen zaragozana de Calatayud con el 22% de su producción exporta más al país norteamericano, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación correspondiente al cierre del ejercicio 2016.

Para la de Jumilla el mercado de los EE UU supone un 9% del total de las ventas fuera de España y, para la de Bullas, un 4%, por lo que también se verían afectados de forma significativas en sus resultados económicos.

”ES PRONTO PARA VALORAR”

Ángel Gil, en representación de Juan Gil Bodegas Familiares, que agrupa hasta diez DO de España, entre las que está también Calatayud, sostiene que “lo anunciado por Trump es todavía  prematuro para valorarlo, no deja de ser una medida de presión en la negociación entre EE. UU. y Europa, ya que el Ejecutivo americano pidió a la Comisión Europea que se rebajaran los aranceles de los productos agrícolas de su país que llegaban al viejo continente, pero la respuesta de Francia a esa petición fue el veto, por lo que, en contraposición, amenaza con este arancel para los vinos franceses, siendo conscientes del alto número de empresas que exportan vinos al otro lado del Atlántico”.

”ESPEREMOS QUE QUEDE EN NADA”

El presidente del CRDOP Jumilla, Silvano García, reconoce que “no sabemos nada, solo lo leído en prensa, y después de la cantidad de disparates a los que estamos acostumbrados por parte Trump, ni siquiera sabemos si al final esto terminará en algo o no. Esperamos que quede en nada, pero lo que está muy claro es que de producirse, sería una muy mala noticia para el vino español”.

Además, dice que “el presidente americano plantea una barrera comercial, justo lo contrario que hace ahora Japón, que facilita las transacciones”, y acaba reconociendo que, “de momento, se habla mucho, pero se hace poco, lo que provoca cierta inestabilidad en las bodegas que nos esforzamos en ofrecer al mercado americano siempre la mejor relación calidad -precio, algo que, de imponer un arancel específico, puede hacer perder cuota de mercado ante la entrada de otros países que vendan sus vinos más baratos”.