Tras dos años sin poder celebrarse, veinticinco peñas y cientos de peñeros salieron a desfilar con la mejor de sus sonrisas

Lola Tomás

La Cabalgata Tradicional de Jumilla ha impuesto, valga la redundancia, las tradiciones de una ciudad agrícola y vinícola por los cuatro costados y que ha maridado mejor que nunca, porque había muchas ganas, con los mejores vinos de la tierra y las viandas más típicas, que han dejado en todos los visitantes, contados por miles, el sabor de la Jumilla de antaño.


Veinticinco peñas federadas, este año se han incorporado dos de nueva creación, desfilaban a lo largo de todo el itinerario repartiendo entre todo el público vino de calidad, donado por las bodegas de la localidad, sangría fresquita elaborada por las propias peñas y viandas modo bocaditos de embutido, fruta y dulces típicos, para pasar una muy buena tarde.


El cortejo lo abría la peña Hijos de las Cepas y lo cerraba La Cepica. Cada una de ellas con motivos a lo grande, y destacan entre otros un gigantesco zagalejo bordado obra de la peña del mismo nombre, la clásica alborga, la pirusa, la barrica, etc. Entre todas ellas, charangas amenizando un desfile que representaba las estampas más típicas de la Jumilla del recuerdo.


La Bodeguica desfilaba con una réplica gigante de los pendientes de oro encontrados hace 3.500 años, El Albal con una cuadra a la que iba amarrado un burro, El Salicornio lució una bota de vino que incluía todos los monumentos de Jumilla, en homenaje al reciente premio de Mejor Pueblo Cultural de la Región de Murcia, y la Unión de Campesinos y Ganaderos recuperaba el antiguo tren Chicharra. Críticas al arranque de viñedo y plantación de lechugas, era el tema que denunciaba en su carroza la nueva Peña Omblancas y Los Culebras, homenajearon la campaña del Consejo Regulador, “El sol se convirtió en vino”. Así hasta llegar a veinticinco peñas que desataron su imaginación durante meses para dar a conocer lo que para cada una de ellas representa la Cabalgata Tradicional del Vino de Jumilla.


Cabe recordar que tanto Federación como Ayuntamiento están trabajando para que la Fiesta de la Vendimia sea declarada de Interés Turístico Nacional y no se puede dejar ningún detalle al azar.


Además, con motivo de apoyar esta declaración, este año se ha contado con la presencia del delegado del Gobierno en Murcia, José Vélez, que, junto a la alcaldesa, Juana Guardiola, disfrutaron del desfile desde la tribuna.