Los Salones Media Luna acogieron una comida de confraternización
Tras el banquete los técnicos entregaron los premios a los jugadores más regulares de cada equipo, mientras que los juveniles que abandonan la Escuela recieron un diploma
El final de la temporada oficial de la Escuela Municipal de Fútbol Base tuvo lugar el pasado domingo, que se reunió en los Salones Media Luna para disfrutar de una comida de confraternización y para entregar sus premios de este año.
Allí estuvo toda la familia del fútbol base de la Escuela (directiva, jugadores, entrenadores, delegados y familiares), acompañados por la alcaldesa, Juana Guardiola; el concejal de Deportes, Juanma García; y el coordinador de Deportes, Paco Crespo.
Tras la comida el coordinador de la Escuela, Jacobo Lajara, se dirigió a los presentes para agradecer a todos por su asistencia, y fue ante los medios donde admitió de manera divertida que “éste es el mejor partido del año. Aquí nadie se queja, nadie dice que hace sol, que llueve o que tienen frío. El mejor sitio para jugar un partido es éste”, contaba entre risas Lajara.
Tras su intervención llegó el turno de las condecoraciones, y fueron los jugadores más regulares de cada uno de los equipos los que subieron al escenario para recoger su reconocimiento de mano de los entrenadores. Posteriormente también los futbolistas del equipo juvenil que abandonan este año la Escuela recibieron además su diploma conmemorativo de su paso por la entidad, tras alcanzar la edad máxima reglamentaria para jugar en equipos de fútbol base.
Y como ya es costumbre cada temporada, fue homenajeada una de las empresas o entidades que colaboran de forma desinteresada con la Escuela. Este año el reconocimiento ha recaído en Caja Rural Central, recogiendo el galardón su directora en Jumilla, Antonia Cutillas Bernal.
Para cerrar el acto tomaron la palabra la alcaldesa y el concejal de Deportes, haciendo ambos hincapié en la gran importancia de los valores que se generan y refuerzan en la Escuela.