Se han saldado con la inmovilización de 300 cabezas de ganado ovino y caprino infectadas con la enfermedad de la escabiosis, conocida popularmente como la sarna
Guardias civiles del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA), en colaboración con el Servicio de Sanidad Animal de la Oficina Comarcal Agraria (OCA) del Altiplano, han desarrollado desde el pasado mes de febrero varias inspecciones en explotaciones ganaderas del término municipal de Jumilla con el objetivo de verificar tanto todo lo concerniente al estado de los animales y a las condiciones en las que se crían, como la documentación relativa a esta actividad.
En dos de las granjas inspeccionadas, el equipo conjunto ha detectado que 300 animales, entre ovejas y cabras cuyo destino es el consumo humano, padecían la enfermedad de la escabiosis, conocida popularmente como sarna, por lo que se han inmovilizado para evitar cualquier tipo de contagio.
Además, a los responsables de la instalaciones ganaderas se les ha denunciado por 40 infracciones e irregularidades detectadas, reguladas en la Ley 8/2003, de Sanidad Animal, la mayoría de ellas por carecer de la preceptiva documentación y por deficiencias o inexistencia de cuidados veterinarios en los animales que corresponden unas sanciones que podrían ser castigadas con multas de hasta 60.000 euros.
La escabiosis es una enfermedad provocada por un ácaro o arador, caracterizada por la aparición de pústulas en la piel y por un intenso picor, que suele generar infecciones secundarias de la piel, así como una considerable pérdida de peso y un estado de salud muy frágil. Esta afección es extremadamente contagiosa y puede infectar tanto a animales como a personas que tengan contacto con los portadores de la misma.
Sobre esta información, el concejal de Agricultura ha enviado un mensaje de tranquilidad. El edil Juan Gil, ha asegurado que el brote está totalmente localizado y controlado. Afirma que desde el Ayuntamiento no se llevan este tipo de controles a ganaderías, ya que no es competencia de la administración local, pero sí están en contacto permanente con los distintos organismos tanto regionales como locales para tener la tranquilidad de que las cosas se hacen bien en el municipio. Están informados de todo a través de la Comunidad Autónoma y de su Departamento de Producción Animal, así como de la Oficina Comarcal Agraria”.
Juan Gil afirma que el brote no es peligroso para los trabajadores, “siempre que tomen las medidas adecuadas” y que no existe motivo de alarma ya que el brote “ha aparecido en una sola explotación”.