En clave de sol by Gustavo López

La violencia engendra más violencia. Aunque muchas veces deseemos con todas nuestras fuerzas liarnos a mamporros con el que tengamos enfrente o al lado, hay que tener muy claro, sin lugar a duda alguna, que ésta siempre será la peor de las opciones. Porque podemos tener disparidad de criterios, nos pueden haber puesto a punto de explotar, pero tomarse la justicia por tu mano, nunca es solución de nada, sino que se convierte en multiplicación del problema.
Ejemplos de esto que les digo hay muchos, por desgracia, pero quizá el más penoso sea el de la violencia de género, o al menos eso pensaba yo, hasta que las últimas noticias, cada vez más repetidas, me han hecho ver que todo puede empeorar, y cuando pensabas que estaba ante lo más repugnante del mundo, hay algo que lo supera.


La violencia vicaria ha repuntado en España y ya son siete los niños asesinados en lo que va de año, la cifra más alta desde que hay registros que datan de 2013. Los últimos, el asesinato de una madre y sus dos hijos de ocho años en El Prat de Llobregat, investigado como nuevo caso de violencia de género y vicaria, algo que ya es capaz de rizar el rizo. De esta forma, desde hace 10 años, ya son 57 víctimas menores calificadas como violencia vicaria, algo que ha hecho saltar las alarmas, ya que en tan solo cuatro meses de lo que va de año, los siete fallecidos igualan al total de los que se dieron en todo el año 2015, 2018 y 2021.
Así, y teniendo en cuenta que quedan todavía 8 meses para acabar 2024, la cifra podría ser tristemente de récord.


Preocupados por la situación, el Consejo de Ministros de esta semana ha aprobado más de 160 millones de euros que se distribuirán entre las comunidades autónomas para seguir consolidando las políticas en materia de igualdad y seguir luchando contra la violencia de género y vicaria en este 2024, una medida que viene auspiciada por el Observatorio Estatal de Violencia contra la Mujer, y cuya última sesión estuvo presidida, por primera vez, por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Sin duda, la problemática es importante, y por lo tanto, la solución no es sencilla. Por ello, hay que considerar el asunto como un tema de Estado y a partir de ahí, remar todos en la misma dirección. Da igual los nombres, siempre y cuando vayamos de la mano en contra de esta lacra que es la peor de las peores del mundo mundial.