La alcaldesa ha convocado a los presidentes de la Junta Central y los Tambores para hacer un balance general

Gustavo López González

Nada más y nada menos que tres años ha tenido que esperar la comunidad nazarena de Jumilla para poder sacar a la calle su Semana Santa Internacional, y una vez que ha finalizado, toca hacer análisis ante una edición donde ha habido demasiadas sombras a las que habrá que ponerle remedio.
Se comenzó con un Viernes de Dolores que nada tuvo que ver con el Vía Crucis al que Jumilla estaba acostumbrada, ya que el esplendor de las 14 estaciones repartidas por las calles de la localidad se vio reducido a un mero plató de televisión por la retransmisión que hizo la televisión autonómica. Se pudo ofrecer en directo un Vía Crucis pero no fue el de Jumilla, sino uno que pecó de ‘extraordinario’.


En los primeros días, el buen tiempo acompañó, hasta que la lluvia malogró el desarrollo de la procesión de los Penitentes y la del Prendido de Miércoles Santo, que ambas tuvieron que ser suspendidas. Igualmente, “El Prendimiento” se realizó en el escenario del Teatro Vico, que registró un llenazo y donde el grupo de actores de este drama sacro, cuajaron una gran actuación.


De esta forma se cumplió la predicción meteorológica, y todo salió según se anunció. Al igual que pasó a partir del Jueves Santo, que aunque por la mañana hubo más nubes de las esperadas, las gotas de lluvia ya no hicieron acto de presencia, y se desarrolló el concierto en la Glorieta con mucha asistencia de público.


Ya por la tarde, las manolas se vieron desbordadas, en un acto al que habrá que ponerle mucha más coordinación, ya que el descontrol fue la nota predominante, y de seguir así, se corre el riesgo de sufrir mucho de cara al futuro, ya que cada hermandad hace lo que puede en el poco tiempo del que dispone antes de una procesión que se inicia con premura, y donde la celebración de los oficios en las iglesias es incluso después de que lleguen las manolas que ni siquiera entran a los templos.


La procesión del Calvario en Viernes Santo por la mañana, que antes era un espectacular desfile general, ahora se ha convertido en un acto triste sin apenas música ni implicación de las hermandades, lo que como consecuencia provoca a su vez que desaparezcan los desfiles posteriores al carecer la mayoría de acompañamiento musical.


Por la noche, en el Santo Entierro, la lentitud llegó a ser soporífera y habrá que abordar los problemas existentes en los cuerpos de anderos de ciertas hermandades. Algo parecido pasó con la Redención en la tarde del Sábado de Gloria, que se alargó durante casi cuatro horas, conformando un cortejo extremadamente lento.


Por último, Domingo de Resurrección acompañó una mañana de verano en una procesión que terminó muy tarde y que puso el punto y final a la Semana Santa de Jumilla 2022.

Reunión de balance

La alcaldesa de Jumilla, Juana Guardiola, ha convocado una reunión extraordinaria con el presidente de la Junta Central y el de la Asociación de Tambores, para hacer un balance del desarrollo de todos los actos y abordar aquello que sea mejorable.

Junta Central

Por su parte, el presidente de la Junta Central de Hermandades Antonio Ramos ha enviado su particular valoración indicando que “ha sido una Semana Santa llena de pasión, sentimiento, ganas, ilusiones cumplidas, y la respuesta de la comunidad nazarena y el pueblo de Jumilla excelente”, concluyendo que “en términos generales ha sido muy positiva”, ha dicho Ramos.

Asociación de Tambores

Por último, el presidente de la Asociación de Tambores, Francisco Guardiola, se ha mostrado muy agradecido con los socios de su colectivos y con los medios de comunicación, y ha indicado que “había incertidumbre con la participación, pero ha resultado ser un éxito rotundo, con más de 1.000 tamborileros en la Burrica y el Sábado de Gloria, y un hervidero de niños en la Infantil”.

Ha terminado dando “una nota muy alta” a los actos de los tamborileros de este año.