Editorial

El ministro de Agricultura, Luis Planas, ha visita esta semana Jumilla, y lo ha hecho con la intención de conocer una denominación de origen de vinos que por ser multiprovincial, es decir, que pertenece a Murcia y a Albacete, pues depende del propio Ministerio. Además, ha tenido la oportunidad de escuchar de todo el sector lo que se necesita, agua en primer lugar, pero también ayudas para el mantenimiento de unas plantaciones únicas de monastrell que cada vez quedan menos y que de seguir fomentando el arranque, al final nos quedaremos sin ninguna, y cuando eso llegue, ya nada tendrá solución.


El ministro ha estado en el Ayuntamiento, como toda visita institucional que se precie merece. De ahí se ha dirigido al Consejo Regulador de la DOP Jumilla, donde además de cordialidad, también ha recibido las preocupaciones y peticiones que al Ministerio corresponde poner solución. Y finalmente ha conocido los proyectos de investigación y desarrollo de Bodegas Juan Gil y de la cooperativa BSI.
Este tipo de visitas siempre son buenas, ya que no hay que olvidar que viene el máximo responsable de la política agraria en España, que es el enlace con Europa, que Jumilla es una ciudad donde el sector primario tiene gran importancia, y que por tanto, tenemos muchas necesidades que hay que ir paliando poco a poco, porque estamos desconectados de cualquier aporte de agua externa y porque hay que hacer que el trabajo en el campo sea rentable.