La llamada clase política, que cobra cada mes su sueldo por solucionar los problemas de los ciudadanos y ofrecer mejores servicios, el mejor lenguaje que entienden es el de la presión, el ultimátum y la protesta, y si además todo esto se une a que los medios de comunicación den espacio a este tipo de quejas, pues todo se acelera y se pone a la velocidad de la luz.
Como seguro que sabrán a estas alturas, los alumnos del Colegio Príncipe Felipe, llevan sufriendo ya demasiados años las goteras que se forman con las lluvias, donde da miedo el simple hecho de ver las fotos y vídeos de las cataratas que se forman. Por eso, tanto los propios padres, como el equipo directivo y el Ayuntamiento, han pedido por activa y por pasiva, que se ponga solución a este problema, haciendo la Consejería de Educación, oídos sordos a estas peticiones tan lógicas y legítimas, aunque como se decía al principio, los políticos solo entienden un lenguaje, y es el del vaso colmado y la hinchazón de partes nobles, momento que llegó con el inicio del curso, donde los padres decidieron que los niños de Infantil no entraran a las aulas por el peligro que certifican los propios técnicos. Es entonces cuando entran las prisas y la Consejería se moviliza, envía a Jumilla a la directora general de Centros y pone sobre la mesa la solución, una vez que le han visto las orejas al lobo y después de haber atrasado estas mismas medidas que se podrían haber hecho, sin problema, en los meses de verano.
El pasado viernes, la directora general de Centros de la Comunidad Autónoma, llegó al Colegio Príncipe Felipe y lo primero que hizo fue poner el grito en el cielo al ver allí a los medios de comunicación, ya que al parecer, no quería que se informara de cómo han dejado sus vergüenzas al aire por pura incompetencia, sin darse cuenta de que ella debe de hacer bien su trabajo, y dejar a la prensa que haga el suyo, estando a las duras y a las maduras.