El FC Jumilla tuvo sus opciones pero finalmente no consiguió sumar ningún punto en el derbi regional disputado en la tarde de ayer, en el que fue el UCAM Murcia quien visitó el Municipal de La Hoya para llevarse un ajustado triunfo por 1-2. Dos errores del guardameta Seral en el primer periodo provocaron sendos tantos en contra que pusieron el partido muy cuesta arriba para los vinícolas, y aunque Paolo Etamané lograba reducir diferencias en la segunda mitad, el luminoso ya no volvería a moverse.
Jordi Fabregat no pudo contar con Víctor Fenoll, que cedido por el UCAM cuenta con una cláusula para no enfrentarse a su equipo de procedencia, y su puesto en el once titular lo ocupó el jumillano Gonzalo Guardiola. José María Salmerón por su parte tampoco pudo alinear a Ángel Robles, aquejado de una gastroenteritis; ni a Higinio, lesionado en el pasado partido de Copa frente al Algeciras.
Sánchez Villalobos señalizaba el inicio del encuentro y desde el primer instante el FC Jumilla trató de coger la manija en el centro del campo. Sin embargo, y tras unos primeros minutos en los que el balón lograba salir con criterio desde la zona de atrás, la intensa presión del UCAM Murcia empezó a surtir efecto. El doble pivote formado por Julien y Borja se vio superado y se abusó de los balones largos a Paolo Etamané, de los cuales el camerunés pudo aprovechar muy pocos debido al buen papel de los zagueros universitarios. El UCAM por su parte intentaba elaborar jugadas pero el peligro se esfumaba en las inmediaciones del área, y a excepción de algún tiro lejano tampoco pusieron en grandes aprietos al guardameta del FC Jumilla hasta que llegó una de las jugadas clave del encuentro. Un balón llovido sobre el área blanquiazul generaba una indecisión entre portero y defensa para que el balón le cayera franco a César Remón, que solo tuvo que colocar la cabeza para poner el primer tanto en el marcador. Y poco antes del descanso llegó el segundo de los universitarios merced a un tanto de falta directa de Juan Francisco Góngora en el que dio la sensación de que Seral pudo hacer algo más, que aunque lograba tocar el balón con su manopla izquierda, éste terminaría en el fondo de las mallas.
Tras el descanso llegaron los cambios y el centro del campo mejoró. El FC Jumilla comenzó a volcarse en campo contrario aunque no se traducían en ocasiones manifiestas de gol. No obstante los vinícolas consiguieron sacar numerosas faltas laterales, y en una de ellas un centro de Luis Verdú era prolongado por Jorge Perona para que Paolo Etamané rematase solo sobre la línea de gol. La grada volvió a creérselo y los blanquiazules se contagiaron de ese entusiasmo, encerrando literalmente al UCAM en su área. Los jugadores universitarios tiraron de experiencia para trabar el partido y perder el máximo tiempo posible, y el pitido final llegó sin mayores contratiempos para ellos, reflejando un 1-2 en el luminoso.
Valoración de Jordi Fabregat
El técnico de Tortosa reconoce que Seral pudo haber hecho más en los dos goles encajados