Centenares de vecinos de Jumilla mostraron su apoyo para intentar evitar el cierre del Asilo, lo hicieron asistiendo a una concentración que tuvo lugar el pasado viernes. 

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El pasado viernes, varios centenares de jumillanos y jumillanas, miembros de colectivos y asociaciones y también a título individual mostraron su rechazo al anunciado cierre de la Residencia de Ancianos Santa Teresa de Jesús Jornet, el Asilo de Jumilla. Lo hicieron asistiendo a una concentración autorizada que tuvo lugar en la propia puerta del asilo.

Entre los asistentes a la concentración el presidente de la Asociación de Vecinos de San Antón, Miguel Pérez que aseguró que al parecer “no se va a  poder evitar el cierre de esta residencia” y también afirmó que “se va a echar mucho de menos”.

Entre los presentes en la concentración no faltaron los concejales del Ayuntamiento, entre ellos el alcalde en funciones, Enrique Jiménez, así como la futura alcaldesa Juana Guardiola y la número 1 de IU Verdes Ana López. La candidata socialista por el PSOE en las pasadas elecciones municipales y ganadora de este proceso afirmó que “si esta institución se cerrara sería un gravísimo problema”.

Recordar que ya se anunció que el asilo de Jumilla cerrará sus puertas como máximo el día 30 de junio. La falta de vocaciones es el único motivo por el que las monjas dejan la residencia de ancianos

En su momento esta redacción se puso en contacto con la madre superiora de la residencia, la hermana Edelina, quien preguntada por cuál era problema y qué es lo que estaba pasando la respuesta rotunda fue la falta de vocaciones religiosas.manifetacion_asilo

En esa entrevista, las respuestas literales sobre si se marchan y cerraban la  residencia, la hermana contestó, “a la pregunta de si nos vamos, la respuesta es sí, y  si se cierra, no lo sabemos”. Prosiguió recordando que “la casa no es nuestra, es de  una donación del sacerdote Esteban Tomás que la dejó para que se empleara para  ancianos pobres. Mientras las hermanitas estuviésemos aquí, el asilo permanecerá  abierto, y nadie nos puede echar, pero ahora somos mayores, no hay vocaciones  religiosas y no podemos atender ya a las cerca de 130 casas que tenemos en España”.  Según la madre superiora, el testamento dice que “si nosotras no estamos o nos vamos, la casa pasa al Obispado, entonces depende del Obispado si sigue abierto o no, y el quid de la cuestión es que la Comunidad Autónoma acredite al asilo como residencia, algo que parece ser que de momento no se contempla porque ciertas partes del asilo no cumplen con la normativa vigente.

Lo de la fundación que en un principio se comentó para que gestionase esta institución, parece ser que no acaba de arrancar tampoco, ya que igualmente se precisaría de esa acreditación de residencia, que de momento no se tiene.