Mayte Salmerón Almela by mayterauf.com

En el inicio del año, siempre me gusta hablar de esas lecturas que se quedarán para siempre en mi mente y otras que, por desgracia, quedarán en el olvido por no transmitirme lo que esperaba.
Este 2023 he tenido la suerte de disfrutar de muchas grandes lecturas, de saborearlas y de meterme de lleno en ellas. Afortunadamente, han sido muy pocas las que me han decepcionado.
Empezaré por el libro que menos me ha gustado:

El cuarto Arcano de Florencia Bonelli.

Se trata de una novela histórica y romántica. El libro comienza con el encargo a un sicario de encontrar a “Escorpión Negro”, nadie sabe quién es y es un principio bastante atractivo. Por otro lado, viajamos hasta el Buenos Aires del siglo XIX con un romance entre sus protagonistas que levanta enemigos y celos. He de confesar que no llegué a terminarlo debido a la lentitud de la trama y a que el hombre protagonista no me llegó a enamorar y, para mi gusto, era demasiado machista. En definitiva, la historia es similar a una telenovela y muy predecible.


Como ya he dicho, ha habido muchos más libros que me han gustado como es el caso de Los mil nombres de la libertad de María Reig.

Una autora que no defrauda y que me ha vuelto a envolver con su magia en una novela ambientada a principios del siglo XIX -momento muy importante en la historia de España- donde veremos misterio, espionaje y amor. Inés vive feliz en Canarias y se ve obligada a marchar hasta la capital para solucionar un problema familiar, no sabremos de qué se trata hasta no avanzar en la historia, por lo que la intriga está presente en todo momento y las sorpresas finales están aseguradas. La autora peca un poco de describir demasiados hechos históricos que interrumpen frecuentemente la trama, pero, en general, es una historia muy bonita y escrita con gran calidad.


Los nombres propios de Marta Jiménez Serrano.

Hace unos meses tuve el placer de entrevistar a la autora para el periódico. A través de una amiga imaginaria, la protagonista nos cuenta su vida recorriendo las diferentes etapas de su persona: infancia, pubertad, juventud y madurez. Es un claro reflejo de la vida misma, sobre todo si has nacido a finales de los ochenta, puesto que te identificas con ciertos hechos o productos que se nombran. Y todo ello narrado de una manera que te llega hasta lo más hondo. En resumen, es una novela en la que parece que no pasa nada y, en realidad, pasa mucho; hay que leerla para entender a qué me refiero.


El próximo año en La Habana de Chanel Cleeton

Es otro de los grandes descubrimientos del año. En este libro veremos la vida de dos mujeres de manera paralela, una que vivió durante la revolución cubana y otra, su nieta, que vive en el presente. Esta última viaja hasta Cuba para intentar encontrar respuesta a ciertos interrogantes de la vida de su abuela que tuvo que huir del país de manera forzosa. Me ha interesado mucho el trasfondo histórico, aunque conozcamos los hechos que se narran, sí es cierto que el que se cuente en primera persona -la abuela de la autora en realidad la vivió in situ-, te hace reflexionar sobre ciertos aspectos más personales. Una historia en donde todas las piezas encajan a la perfección y de manera muy trabajada, con unos protagonistas adorables y con ganas de saber más de ellos.

A pesar de ser anunciada como la mejor novela de 2020, a mi parecer el calificativo es algo excesivo, aunque sí que es una lectura muy recomendable y agradable.
A lo largo de 2023, he ido apuntando todas estas lecturas y muchas más en un diario de lectura que he diseñado. Si estás interesado, está colgado en el blog de mi web -www.mayterauf.com- de manera gratuita. Y con esto os mando mis mejores deseos para estas fiestas y aún mejores lecturas para el 2024. Espero que en vuestra lista de peticiones a sus Majestades Los Reyes se incluya al menos un buen libro y que fomentéis la práctica de la lectura entre vuestros amigos y familiares.