Nuevo capítulo del presunto caso de amaño de partidos en el Eldense, y es que tras haber sido arrestados el martes y pasar un día en la comisaría de Elda, tanto Nobile Capuani como los entrenadores, Vito di Pierro y Fran Ruiz, y los futbolistas Mikey Fernández y Nico Cháfer, han sido liberados con cargos.

Los cinco imputados se han proclamado inocentes tras ser interrogados por el juez de Palacio de Justicia de Elda, si bien Ruiz, Cháfer y Fernández se negaron a declarar. Todos ellos han quedado en libertad con cargos por presuntos delitos de pertenencia a organización criminal y corrupción entre particulares, según informó el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

Además, la Federación Española de Fútbol ha abierto expediente a los dieciocho jugadores de la plantilla, así como al entrenador Ruiz, y al delegado del equipo, Vicente Soler. En el texto que anuncia la medida no figuran ni Nobile Capuani ni Filippo Vito di Pierro, porque tampoco aparecen en el acta del partido.

 

ELDENSE Y FC JUMILLA, DOS CASOS IGUALES PERO CON DISTINTO FINAL

El modus operandi es exactamente el mismo que realizaron en la localidad. Futbolistas italianos a los que cobran por venir y jugar al fútbol, y que además son los que intentan controlar dentro del campo para que se den los resultados exactos a los que se apostaba. Afortunadamente Josico, entonces técnico del FC Jumilla, se plantó y no aceptó los chantajes de Capuani y Casapulla (el director deportivo) y no incluyó a estos jugadores en las alineaciones, imposibilitando así el control de los partidos por parte de Nobile Capuani y compañía.

De este modo, Capuazzi, Verdone y Kondogbiá, así como los italianos que vinieron para el filial, jugaron más bien poco. Pero no fue por falta de tesón por parte de Capuani, que utilizó todos los medios a su alcance para presionar a plantilla y directiva.

Fue una vez se libraron de Josico, cuando se intentó amañar algún partido, incluyendo en ellos a jugadores como Palestini. Por aquel entonces las alineaciones las hacía Salvatore Casapulla, ya fuera desde la grada o colocándose cerca del banquillo en calidad de cualquier trabajador del club.

Pero afortunadamente en Jumilla sí se comieron perdices, al contrario que en Elda, malogrado, suspendido de actividad y con el futuro en el aire. Para ello fue fundamental la figura de Francisco Serrano, que liberó al FC Jumilla de esta directiva italiana, y que le permitió seguir compitiendo en Segunda División B, aunque dejando una deuda en el club de 200.000 euros.