Esta semana, abrimos con un especial dedicado al XXIV Certamen de Calidad de los Vinos de Jumilla, que en esta ocasión traslada su sede hasta Albacete y que se celebra hoy jueves y mañana viernes.

Sin duda, siempre entorno a la Semana Santa, los aficionados al vino y todos los integrantes del sector, esperan con impaciencia la llegada de este evento que encierra como objetivo, el lograr el aumento del consumo moderado, además de la promoción lógica de los vinos y las bodegas vencedoras.

En este punto y atendiendo a las palabras que el presidente del Consejo Regulador, Pedro Lencina, ha dicho en muchas ocasiones, lo menos que podemos hacer es echarnos las manos a la cabeza cuando asegura que “si los murcianos solo bebiéramos los vinos que se elaboran en Jumilla, Bullas o Yecla, faltaría vino”.

Se trata de una frase suelta y entresacada de una intervención cualquiera pero que es demoledora y que nos pone en el camino de tener que seguir trabajando en el fomento del consumo en nuestra propia Región, ya que somos más conocidos y valorados fuera de nuestras fronteras que en nuestra propia provincia. Y es que claro está que la hostelería murciana roza un nivel top a nivel nacional y dentro de sus cartas de vino las ofertas son amplias, pero hay que seguir remando, para que de una vez por todas predominen los Jumilla, o los vinos de Bullas y Yecla, por encima de los Rioja, Ribera de Duero, Rueda o otras emergentes.

Por desgracia somos así, nos ecanta todo aquello que viene de fuera, y somos muchas veces incapaces de defender a muerte lo nuestro por encima de todo, ya que nadie va a venir a fomentar nuestras cosas o nuestros productos.

Por todo ello propongo que allá donde fueres, haz lo que vieres, es decir, que si vamos a Logroño, pues pidamos un Rioja, pero si estamos en un restaurante de Murcia, Cartagena, Lorca, Abarán o la Alberca, hay que exigir vinos de nuestra tierra y apoyar el esfuerzo de bodegueros y agricultores, y si no, nos levantamos y a otro que sí valore lo nuestro.