Editorial

No es algo que haya saltado este año. Se trata de situaciones que se vienen observando ya desde hace mucho tiempo, y de las que, después de varios avisos a navegantes, es urgente ya ponerle solución, o al menos, prestarle algo de atención.
Está claro que los tiempos cambian, y que aquello que valía antes, ahora ya no sirve. Eso es a lo que cada día tienen que hacerle frente cientos de empresas si quieren seguir en la brecha, y de la misma manera tienen que hacer los colectivos con la organización de sus actos y la gestión de sus asociaciones. Porque la tradición está muy bien, pero dentro de un orden, también se tienen que adaptar a las circunstancias y a los nuevos tiempos.


El pasado domingo tuvo lugar la Ofrenda de Flores al Cristo, y este próximo domingo es la Romería, en la que la imagen vuelve a Santa Ana tras participar en la Semana Santa. Y aunque es seguro que habrá gente, que muchos jumillanos siente algo especial en estos actos y no se lo pierden nunca, no es menos cierto que la afluencia de público está en clara decadencia en los últimos años.
Por ello, hay que apostar por mantener estas actividades, adaptándolas y promocionándolas. Porque ahora ya no pasa como pasaba, y el buen paño, en el arca ya no se vende. Hay que anunciarlo, invitar a su participación cada vez que haya ocasión y no caer en el error de que la gente está esperando a que tú hagas algo para ir a verte. Eso, ya no es así y cada uno vivimos en nuestro mundo particular.