En clave de sol by Gustavo López

Ya sabemos que lo que no se conoce no existe, y por eso, si no queremos ser invisibles, lo que tenemos que hacer es contar lo que hacemos, y así, lograr un mayor conocimiento de nuestra actividad, nuestro producto, o simplemente, de nuestros servicios. Pero para ello, ni vale todo, ni tampoco hacer las cosas de cualquier forma. Porque comunicar, también se puede hacer mal, y eso de que hablen de ti, aunque sea malo, no siempre es la mejor opción. De ahí que es necesario profesionalizar la comunicación.
En la actualidad, donde cada uno que tenga un teléfono móvil, se puede convertir en un comunicador o un influencer, es fundamentar distinguir entre decir cosas o contarlas, y comunicar de forma correcta, contrastada y profesional.

De esta forma, el pasado domingo en el acto de los Jumillanos del Año, el que ha sido responsable de prensa municipal durante los últimos 8 años hasta el pasado mes de junio, J.J. Melero, reivindicó la necesidad que tiene el Ayuntamiento de Jumilla de contar con un técnico de Comunicación en plantilla, como funcionario, sin que esté a expensas del partido gobernante en cada momento. Además, junto a esa persona podría seguir estando un periodista como personal de confianza, ya que son compatibles y necesarios, y lo que uno haría, no lo haría el otro, pudiéndose dedicar el técnico a la puesta en marcha de campañas institucionales que ahora son cuanto menos, difíciles de iniciar y desarrollar, simplemente por la falta de tiempo y el exceso de tareas.
Pero hay que comunicar cosas tan importantes como el cambio de días y horarios en la recogida de basuras, la programación cultural en el Teatro Vico y otros centros como museos o salas de exposiciones, los grandes eventos deportivos, campañas de sensibilización medioambiental o de igualdad.
Igual que al Ayuntamiento de Jumilla cuenta con personal técnico tan importante como es Agricultura, Urbanismo, Deportes, Cultura o Medio Ambiente, no es entendible que no se trate igual la Comunicación, y ahí se esté en precario, a libre designación y sin poder marcar una línea de trabajo en base a las normas, leyes y ética que un profesional fijo garantizaría.
Otros ayuntamientos similares al de Jumilla, o incluso más pequeños, disponen de un departamento completo que ayuda a proyectar el nombre y actividad de su ciudad de forma correcta y profesional, pero aquí está claro que uno es imposible que haga lo que deberían hacer varios.