Año Jubilar 2025, convocado por el Papa Francisco
“Vivimos momentos de fe que quedarán para la historia”
Mari Carmen Cañete Vera
En el marco del Año Jubilar 2025, que con el lema “Peregrinos de Esperanza”, fue convocado por el Papa Francisco, una nutrida representación de la Semana Santa jumillana, con miembros de diferentes hermandades: Cristo de la Vida, La Samaritana, Virgen del Primer Dolor, Cristo de la Caída, Cristo de la Salud, Santa María Magdalena y Nuestra Señora de la Soledad, se desplazaron a Roma para, según afirman, “vivir y compartir momentos de fe, que quedarán para el recuerdo y para la historia”.

A esta expedición se sumaron representantes de diferentes Cofradías de Yecla, Archena, Guadalupe, Lorca y Murcia, entre los que se encontraban el delegado de Hermandades de la Diócesis de Cartagena, Alfonso Alburquerque y el coordinador de Liturgia, José Manuel Martínez, haciendo un total de 50 peregrinos.
La peregrinación comenzó con una visita a la Basílica de San Pedro, en una procesión que dio comienzo en la Vía de la Conziliacione, para atravesar la Puerta Santa y culminar rezando ante la tumba de San Pedro. En sucesivas jornadas, la expedición estuvo en las basílicas jubilares de San Juan de Letrán y Santa María la Mayor, donde tuvieron la oportunidad de visitar “con gran emoción la tumba del Papa Francisco, y por último la de San Pablo Extramuros”.
También destacan que “uno de los momentos históricos, que para siempre quedará en nuestra retina, fue haber tenido la gran suerte de vivir en directo el sobrecogedor paso de la gran Procesión del Jubileo de las Cofradías y poder presenciar en el Coliseum, el paso de las imágenes de Jesús Nazareno de León, el Cachorro de Sevilla y María Santísima de la Esperanza de Málaga, a los que se sumaron representaciones de la Semana Santa de Portugal, Francia e Italia”.
Misa del Papa León XIV
Además, fueron testigos de la misa del inicio del pontificado del Papa León XIV, que tuvo lugar en la Plaza de San Pedro, repleta de fieles cristianos llegados de todo el mundo viviendo en comunión la fe, la imposición del palio papal o la entrega del anillo del pescador, “serán momentos inolvidables de una ceremonia en la que el nuevo Papa tuvo momentos de recuerdo para las cofradías y hermandades de todo el mundo, a las que agradeció la importante labor de salvaguardar la piedad popular”.

La peregrinación culminó con una misa en la iglesia de Santiago de los Españoles y Montserrat, iglesia nacional de España, tras la que compartieron una comida de hermandad.