Es la portera del UCAM ElPozo Murcia y trata de mantener la forma recluída junto a su familia
Su regreso este pasado verano a la que un día fue su casa, el UCAM ElPozo Murcia FSF, fue una inyección de energía y motivación para la guardameta Sonia Palencia Gómez, que ha podido disfrutar a lo largo de este curso de la máxima categoría del fútbol sala femenino nacional en el conjunto universitario. Un fichaje que se producía tras su salida del Futsal Alcantarilla (Segunda División) con la intención de recuperar su mejor nivel. Y estaba cumpliendo con ese objetivo hasta que ha llegado este parón deportivo provocado por el coronavirus. “Tenía mucha ilusión y estaba muy contenta. Estaba cogiendo otra vez mi forma y es una pena, pero poco más podemos hacer”, analiza la jumillana.
La competición se detuvo el pasado 7 de marzo, tras la disputa de la 23ª jornada. Por tanto se han llegado a celebrar tres cuartas partes del total de la liga, lo que ha dejado al equipo charcutero instalado en el décimo puesto de Primera División. “En lo deportivo no nos afecta mucho porque ya no teníamos objetivos, pero no es plato de buen gusto. Ha sido un cambio de planes total. De rutina, de entrenamiento, trabajo, estudios… Se echan de menos muchas cosas pero lo llevo bien”, asegura, aunque también hay lecciones positivas ya que como reconoce, “aprendes a valorar las cosas. Dentro de lo que cabe estoy con mi familia y estamos todos bien. Eso es lo importante”.
ENTRENAMIENTO ESPECÍFICO DE PORTERA… EN CASA
Los recursos de los que disponen en casa las jugadoras no les permite llevar a cabo un entrenamiento tan completo como el que realizarían normalmente. El objetivo es mantenerse en la mejor forma posible, y para ello se valen de cualquier objeto que tengan a su disposición. “Tenemos un preparador físico que se encarga de mandarnos trabajo todas las semanas, y se interesa por saber cómo vamos. Habrá gente que tengas cintas de correr o un patio grande, o gente con más material y otros con menos. De esta forma hay que adaptar el entrenamiento a las circunstancias de cada una”, asegura Sonia Palencia, que utiliza para ejercitarse lo que tiene a mano, como cintas, botellas de agua o garrafas de aceite. “Hacer las cruces, paso de valla, tirarse por el suelo… esas cosas sí se pueden hacer”, recalca la portera. Además y como ejercicio aeróbico, “por la mañana intento hacer algo más dinámico. Me pongo en la tele y hago zumba o pilates”, explica.
Los ejercicios físicos puede realizarlos por sí misma, pero para el trabajo específico de portería sí necesita cierta colaboración. Para ello recurre a su hermana. “Algunas veces necesito ayuda. Que me pasen un balón o que me tiren globos. Mi hermana es más de baile pero me ayuda con esto. Así también es más divertido y dinámico”, admite.