Propiedad de Cayetano Herrero y pertenecientes a 21 cosecheros de la DOP, se podrá visitar hasta el próximo 31 de agosto.

Mari Carmen Cañete Vera

El origen de la etiqueta de vino moderna se remonta al Antiguo Egipto, en el que los alfareros grababan en las ánforas donde se guardaba el vino datos como la fecha de elaboración, calidad del mosto e incluso la región geográfica. En el siglo XVIII se sitúa la primera etiqueta escrita a mano, que se atribuye al monje Pierre Pérignon. Ya en el siglo XX, con las nuevas técnicas de la imprenta, se empezó a considerar, además del carácter informativo, la estética de la etiqueta, con lo que hoy se consideran verdaderas obras de diseño y arte.

Esta evolución se puede ver en la exposición ‘Etiquetas de vino’ que recoge 168 de estos elementos, pertenecientes a 21 cosecheros de la Denominación de Origen Jumilla, de entre los años 30 y 80. Son propiedad de Cayetano Herrero y la muestra se puede contemplar, en el Museo del Vino, hasta el 31 de agosto.

Los primeros 50 años

Según explicó Herrero en la inauguración “mostramos los primeros 50 años de etiquetas, de bodegas y cosecheros, algunos que ya han desaparecido y tampoco están todas las bodegas que conocemos hoy, puesto que muchas se han fundado después. Hay desde etiquetas muy simples, a otras que son verdaderas joyas y otras que destacan por curiosas”. También adelantó que queda pendiente realizar otra exposición con etiquetas de bodegas actuales.


Por su parte, el concejal Delfín Blázquez subrayó en su intervención que “hay que sentirse orgulloso de lo que somos y de las personas que han trabajado con mucho esfuerzo y cariño, con los pocos medios que tenían”.


A la inauguración asistieron otros concejales de la corporación, representantes de la Federación de Peñas y del Festival Nacional de Folklore y público en general.