Editorial
Las cosas en la vida tienen un límite y cuando se sobrepasa, pues muchas veces te sientes obligado a tener que tomar decisiones que incluso no son de tu agrado y nunca te hubiera gustado adoptar, pero o es eso, o te toca permitir que te pisen y tragar.
Algo así es lo que le ha pasado a la Asociación de Moros y Cristianos D Pedro I de Jumilla, que se ha visto envuelta en una polémica sin buscarla y por supuesto sin merecerla, que le ha obligado a tomar una decisión que por muy dura y difícil que parezca, no deja de ser lógica, porque cada cual tenemos nuestra dignidad y amor propio y si eso lo perdemos, pues estamos abocados al fracaso.
Hace unos meses, se anunció por parte de la Federación de Peñas que se quería realizar la Cabalgata Infantil el primer domingo de la Feria y Fiestas Patronales. Esa propuesta además vino acompañada del órdago de que si no se hacía así, no se organizaría.
A partir de ahí, el tema se ha gestionado mal o muy mal, el Ayuntamiento como organizador no se ha puesto en su sitio y ha querido contentar a todos, algo que casi siempre resulta imposible, y más en este caso donde se perjudica a una de las partes.
Pues bien, finalmente, se ha anunciado que este año no habrá fiestas de Moros y Cristianos, una decisión tomado por el propio colectivo y que aunque sea una consecuencia, representa una muy mala noticia para nuestras Fiestas Patronales, y para Jumilla. No sé si tendrá solución, pero lo que está claro es que se sienta un precedente muy peligroso.