Editorial
El reciente galardón obtenido por el Colegio Príncipe Felipe de Jumilla, otorgado por la Fundación Atresmedia dentro de los Premios Mentes AMI, representa mucho más que un reconocimiento puntual. Es, ante todo, una declaración de principios, que confirma que la innovación educativa, cuando nace del compromiso y la colaboración, puede trascender los muros de un aula.
El colegio jumillano ha sido distinguido con el primer premio nacional en la categoría ‘Impulso de la Creatividad Audiovisual Responsable’, gracias a su ambicioso proyecto de alfabetización mediática, desarrollado por todos sus docentes y los cerca de 450 alumnos de Infantil y Primaria.

En su Aula del Futuro, los alumnos no solo aprenden matemáticas o lengua, producen informativos, elaboran podcasts, redactan noticias, graban vídeos y reflexionan sobre el poder y la responsabilidad de los medios de comunicación. En una sociedad saturada de imágenes, mensajes y estímulos, este modelo educativo enseña algo esencial, como es pensar antes de compartir, a contrastar antes de creer y a comunicar con sentido.
El premio de Atresmedia otorga visibilidad, sí, pero también responsabilidad. Ahora el Príncipe Felipe es altavoz de una manera de enseñar que integra tecnología, creatividad y valores. Su Agencia de Noticias o sus programas de televisión infantil no son simples ejercicios de aula, sino herramientas para fomentar el pensamiento crítico, la empatía, la cooperación y la expresión personal. En ellos se aprende a escuchar, a debatir, a analizar y a contar, todo desde una mirada comprometida.