Editorial

En tiempos donde la sostenibilidad y el contacto con la naturaleza son cada vez más valorados, Jumilla puede sentirse orgullosa de contar con un verdadero tesoro verde: el Jardín Botánico de La Estacada. Gracias a su completa remodelación dentro del Plan de Sostenibilidad Turística en Destino, este espacio se ha transformado en uno de los rincones más privilegiados del sureste español, marcando un antes y un después en la oferta medioambiental y educativa del municipio.


Mientras otras localidades luchan por recuperar espacios naturales o crear zonas verdes desde cero, Jumilla puede presumir de disponer de un jardín botánico que es una auténtica maravilla. Este espacio no solo ofrece un entorno natural cuidadosamente restaurado, sino que además refuerza el vínculo de la ciudad con su patrimonio vegetal autóctono y su riqueza paisajística.
La reciente intervención ha ido mucho más allá del simple embellecimiento. Se ha apostado por respetar la flora mediterránea, se han mejorado los recorridos interiores, se han instalado nuevos elementos didácticos y zonas accesibles, y se ha potenciado su valor como enclave ecoturístico. Todo ello convierte al Jardín Botánico en un punto clave tanto para el ocio familiar como para la educación ambiental.
Es una suerte, sí, pero también una responsabilidad. Ahora toca proteger, cuidar y dinamizar este espacio para que conecte a las personas con el medio natural, y se utilice por escolares, familias, visitantes, para disfrutar y aprender.