Más de una decena de depósitos subterráneos de vino de BSI quedan inservibles

Operarios municipales desde primera hora de la mañana ya procedían a las labores de desbroce, y la Comunidad desplaza a 25 agentes forestales para colaborar en las tareas

LOLA TOMÁS

Una tormenta eléctrica y de noche descargaba en cuestión de una hora una intensa lluvia torrencial y persistente, que dejó en apenas una hora un acumulado de 87 litros en el casco antiguo de la ciudad, según Juan José Pérez, y de unos 60 litros en zonas del sur del núcleo urbano en la avenida de la Libertad o el Arsenal. En el resto del término las estaciones meteorológicas datan entre los 40 y 50 litros.
No se recuerda una tormenta de estas características desde hace años, aunque nada comparable con la que se produjo en julio de 1985, donde cayeron 140 litros en 24 horas, la famosa riada de Santiago.


Decenas de bajos y sótanos inundados, domicilios, locales comerciales, contenedores que flotaban en el agua, alcantarillas que saltaban, coches atascados en rotondas y ciudadanos atrapados en su interior, y así, una sucesión de hechos que desembocaron en cientos de llamadas y avisos al 112, Bomberos, Policía Local, etc., de vecinos solicitando ayuda.
El amanecer dejaba ya las imágenes de los graves daños provocados en inmuebles, sin olvidar la sufrida agricultura, parajes y fincas de frutales totalmente anegadas.


En Bodegas BSI, millones de litros de vino inservibles por la inundación de decenas de depósitos subterráneos. Un desastre.
Operarios municipales ya desbrozaban a primera hora de la mañana y la Comunidad envía a 25 agentes forestales.


La zona castastrófica está servida.