Cruz Roja, AMFIJU, Cáritas y la Asociación Mundial contra el Cáncer reúnen más de trescientos voluntarios
Programas de empleo, planes de acogida familiar y ludotecas infantiles creadas para favorecer la integración de las personas vulnerables
Esther Simón
Jumilla presenta una amplia variedad de asociaciones sociales, agrícolas, comerciales, culturales, festeras, naturalistas, profesionales y deportivas en las que cuentan con una plantilla de especialistas, además de un gran grupo de personas que ofrecen su servicio, su tiempo y su dedicación de manera altruista y desinteresada, los voluntarios. Hoy Siete Días Jumilla da relevancia a estos cientos de voluntarios y voluntarias, de todas las edades y condición y, sin cuya aportación, posiblemente no se podrían llevar a cabo multitud de proyectos y acciones que benefician, de una forma u otra, a los jumillanos.
Con el fin de mostrar a nivel local los tipos de voluntariado social que ofrecen algunas de estas asociaciones sin ánimo de lucro, Siete Días ha hablado con los representantes de Cáritas, AMFIJU, Asociación Española Contra el Cáncer y Cruz Roja.
Cruz Roja: 200 voluntarios
El colectivo que más voluntarios atrae es Cruz Roja, que cuenta con 200 repartidos en sus diferentes áreas de trabajo, siendo estas el Plan de Empleo, Cruz Roja Juventud, Departamento de Voluntariado y Socorro de Emergencias, además de otros programas de empleo, desarrollados uno por financiación del IMAS y otro con ayuda de Europa, así como el Plan de Acogimiento Familiar y el Plan de Captación de Fondos. Por otro lado, se van a poner en marcha a nivel nacional los equipos Héroes, que son de respuesta básica en emergencias. Al ser un programa nuevo van a comenzar con las formaciones para que los voluntarios estén en continuo aprendizaje y reciclaje.
Asimismo, desde la institución quieren implantar el plan para el programa de personas mayores en el que se les pueda ayudar, bien por tele asistencia o de forma presencial en el caso de necesitar ir al médico o realizar cualquier gestión administrativa. Para ello, cuentan con una aplicación desde la que cada persona puede inscribirse en su actividad para recibir un recordatorio el día en el que le toque realizar su función, además, el voluntario recibirá convocatorias nacionales a través de la app del departamento en el que está dado de alta.
Cada programa va acompañado de formaciones y entrevistas previas en las que los técnicos de la asociación aconsejan a la persona voluntaria en base a sus sensibilidades y actitudes el programa en el que creen que la persona encajaría mejor. Raúl Martínez, presidente de la Asamblea Local de Cruz Roja reconoce que “los voluntarios que participan en el programa Cruz Roja Juventud van desde los 8 hasta los 30 años, es un voluntariado más efímero porque las personas tienen otras inquietudes”.
Para formar parte de Cruz Roja Jumilla hay que acercarse a la asamblea ubicada en la avenida de la Libertad y preguntar por el preferente de voluntariado donde se realizará una entrevista a la persona interesada y podrá ser voluntaria desde ese preciso instante, “hemos creído conveniente desde Cruz Roja que el desarrollo del voluntariado sea un poco más ágil puesto que no tiene sentido que una persona se acerque a nosotros intentando hacer voluntariado y tenga que cumplir muchos requisitos”, comenta Raúl Martínez.
Cáritas
Otra de las grandes instituciones con voluntariado es Cáritas. Esta se encarga de la obra social de la iglesia y llevan a cabo diferentes acciones. Tienen una plantilla de 25 voluntarios fijos y alrededor de 70 esporádicos.
Su principal proyecto es la atención primaria y la acogida. “Ahí es donde se detectan todas las necesidades e inquietudes de las personas, de donde se derivan a los distintos proyectos creados a través de las necesidades de los demás”, declara Irene Crespo, secretaria de Cáritas Jumilla.
Proyectos
Esta organización desarrolla diferentes proyectos que parten de las necesidades de las personas con pocos recursos, algunas de estas acciones se llevan a cabo en la parroquia de San Juan, “debido a su carácter inter parroquial pues participan voluntades de las tres parroquias locales”, apunta Crespo.
Existen proyectos de atención primaria y acogida, así como de reparto de alimentos. Otro de los talleres existentes es el de empleo tanto en Garantía Juvenil como para personas mayores de 30 años, con orientación laboral donde se atiende tanto a personas documentadas como a indocumentadas. Se cubren, dentro de lo posible, temas relacionados con el alquiler, así como los recibos de luz y agua manteniendo el contacto con la administración para evitar duplicar las ayudas en el taller de empleo.
Cuentan también con el ropero solidario Juan Paco Baeza en el que se clasifica la ropa y puede ir quien lo necesite a probarse y llevarse prendas.
Otro de los proyectos ininterrumpidos es la Escuela Infantil desde las 14:45 horas hasta las 19:00 horas de lunes a viernes hasta el mes de julio y en los meses de verano se convierte en ludoteca para que los padres puedan seguir conciliando la vida laboral con la familiar. Los niños se encuentran acompañados de trabajadoras y voluntarias. Cuando los niños de edades más avanzadas comienzan el curso escolar se cuenta con un servicio de transporte en el que dos voluntarios, generalmente un chico y una chica, los dejan y recogen del colegio. Por otro lado, se encuentra el piso de convalecientes donde se acoge a personas sin una red familiar, siempre y cuando exista un informe previo, además de un seguimiento y se quede alguna plaza libre.
En todos estos proyectos, las funciones de los voluntarios son acoger y acompañar a los usuarios, cooperando con los técnicos de empleo contratados por la Diócesis de Cartagena, “vamos de la mano porque te entrevistan y nos apoyamos y unimos a los otros, los técnicos necesitan de nosotros y nosotros a ellos por la experiencia y el conocimiento de la familia, somos un equipo”, añade Irene Crespo. “Cuando un voluntario entra en Cáritas se intenta que descubra el proyecto en el que se encuentre más a gusto y pueda desarrollar sus habilidades. No todas las personas tenemos las cualidades para estar en una atención primaria o en una escuela infantil”, añade la secretaria de Cáritas Jumilla.
Amfiju y AECC
Por otro lado, existen otros colectivos como AMFIJU o la Asociación Española de la Lucha contra el Cáncer que, a día de hoy, tienen un plan de voluntariado algo más esporádico, puesto que su acción se despliega en fechas señaladas.
Desde AMFIJU realizan voluntariado social de manera puntual. Cuentan con un grupo de 10 voluntarios de los que algunos son personas con discapacidad y otros, usuarios. Este grupo se despliega de forma más activa en la semana de la salud o en los encuentros entre asociaciones donde su función es principalmente encargarse de un stand donde se ofrece información y se da visibilidad al colectivo.
Además, durante todo el año se realizan campañas de sensibilización sobre los derechos de las personas con discapacidad, en el Día Internacional que se celebra el 3 de diciembre. En esta jornada se lee un manifiesto que después es repartido en la plaza del mercado junto con lazos. “Nuestra entidad surge del movimiento voluntario a raíz de las necesidades que se detectan, de ahí un grupo de personas decide crear una asociación de manera altruista y voluntaria. El voluntariado social es el alma”, declara María Vicente Carrillo, trabajadora social de AMFIJU. A día de hoy no existe una campaña de acción voluntaria, pero desde la asociación tienen previsto realzarla en septiembre para fomentar más actividades semanales. Para formar parte de la asociación es tan sencillo como realizar una entrevista con el personal técnico del colectivo y encontrar una actividad que se adapte a la persona, “como hay diferentes actividades, el voluntario siempre encaja, el problema está en que al no tener un voluntariado continuado la gente tiene muchas ganas de participar y dedicar mucho tiempo, sobre todo cuando empieza”, aporta Vicente Carrillo.
Por su parte, la Junta Local de la Asociación Española de la lucha contra el Cáncer cuenta con 80 voluntarios que, principalmente, salen a la calle los días de la Postulación, el día de la Virgen de la Inmaculada y en las diferentes mesas informativas que se organizan durante el año para dar a conocer diferentes aspectos de la enfermedad y el apoyo que se ofrece, desde el colectivo, tanto a enfermos como a familiares.
Igualmente, cada jueves antes del verano se realiza una Ruta Saludable con el fin de concienciar a la población sobre la importancia de hacer ejercicio y la alimentación saludable. “En nuestra sede tenemos una trabajadora social y una psicóloga, especializadas en casos de cáncer, que evalúan las necesidades de las personas que acuden, desde las que precisan una prótesis mamaria, pelucas o una cama articulada”, comenta Dami Herrero presidenta de la Junta Local de la Asociación Española de lucha contra el Cáncer.
Si en algo coinciden todas las asociaciones es que para ser buen voluntario hay que tener compromiso, empatía y ganas de “intentar hacer una sociedad más justa”, tal y como subraya Raúl Martínez.
Y son, en buena parte, estas personas voluntarias las que hacen posible que se desarrollen estas acciones que benefician a personas vulnerables o en situaciones específicas.