Odontólogo Colegiado nº 797
Libros, cuadernos, lápices, estuche… y un cepillo de dientes. Todos los niños y niñas quieren mostrar su mejor sonrisa en la vuelta al cole y, sin duda, este es el mejor momento para que los más pequeños comiencen a incorporan en su vida diaria buenos hábitos higiénicos y alimenticios. Y es que según afirman los expertos los problemas bucodentales en la infancia pueden afectar al rendimiento en el colegio, ya que limitan la capacidad de concentración.
Durante el verano los problemas dentales de los niños aumentan, por lo que la clave para evitar este tipo de deterioro es enseñarles correctas rutinas para mantener una sonrisa sana y bonita. En primer lugar los padres deben concienciar a los niños de que las visitas al dentista son necesarias e imprescindibles y, mínimo deben llevar a sus hijos a consulta una vez cada seis meses. Por otro lado deben atenerse a una serie de normas básicas y fundamentales para la higiene bucal de los pequeños.
El desayuno es fundamental, no solo para los niños sino para todos, permite un mayor rendimiento durante todo el día y, un buen desayuno seguido de su correspondiente cepillado de dientes ayudará a una buena salud bucodental. Los niños deben acostumbrar desde pequeños a que el cepillado de dientes es una obligación y realizarlo tres veces al día después de cada comida para tener unos dientes sanos a largo plazo. Es importante esforzarse por darle un tono divertido a ese momento del día para que este hábito no se convierta para los más pequeños en algo aburrido. Un cepillo de dientes con personajes de dibujos animados o una pasta de sabores, pueden motivar a los niños al lavado de dientes.
También es una buena idea enseñarles a llevar un kit dental siempre en la mochila para que lo usen sobre todo si comen en el colegio. Un neceser con cepillo y pasta dentífrica serán más que suficientes para que se acostumbren. Es conveniente supervisar, en la medida de lo posible, el cepillado de los niños para observar si lo realizan correctamente. Lo ideal es asegurarse de que utilizan poca pasta de diente, y procurar que no se la traguen ya que el flúor ingerido en exceso afecta al esmalte.
Por último, pero no por ello menos importante, hay que convertir la nutrición en una prioridad, ya que comer sano es bueno para todos los aspectos. Una dieta equilibrada asegura unos dientes sanos y fuertes. Una de las principales amenazas de la aparición de caries entre los niños es el abuso de alimentos con alto contenido en azúcar. Hay que sustituir los bollos y otros productos de fabricación industrial por bocadillos o frutas.