El próximo domingo 31 de marzo de 2019 se cambia la hora para adaptarnos al horario de verano. Por lo tanto, a las 2:00 serán las 3:00 horas, por lo que se dormirá una hora menos. Y a pesar del debate de los últimos meses, parece que esto no será la última vez que lo hagamos.

Por un lado, la Comisión Europea ha remitido ya a la Eurocámara y a las capitales su propuesta de directiva para abolir definitivamente el cambio horario bianual. No obstante, el Ejecutivo español ha abierto un periodo de reflexión hasta el 2021, el año acordado por las autoridades europeas para retomar el tema. Esta decisión viene motivada dada la falta de acuerdo en el seno del comité de expertos nombrado por el Gobierno para decidir si España se queda con el horario de invierno o con el de verano. Probablemente no será un tema de la campaña electoral pero será el nuevo Parlamento Europeo salido de las elecciones del 26 de mayo el que se encargará de la negociación.

En este contexto, el pleno de la Eurocámara ha respaldado por 410 votos a favor, 192 en contra y 51 abstenciones, retrasar a 2021 la eliminación del cambio de hora bianual en la Unión Europea, y no en abril de 2019 como planteó primero la Comisión Europea.

Así, según los primeros plazos dados por la Eurocámara, en los países que quieran quedarse con el horario de verano, los ciudadanos cambiarían por última vez el reloj en marzo de 2021 y en octubre de 2021, si sus países se decantan por el horario de invierno.

Igualmente este 31 de marzo también se celebra en Jumilla el tradicional Domingo de Panes, donde muchas familias saldrán al campo a disfrutar de una comida de convivencia con rotura del huevo de los hornazos incluida, y a partir de ahí, con más luz en el día, con la Primavera en todo lo suyo y con la Semana Santa prácticamente al volver de la esquina, todo apunta que la mejor opción será la de disfrutar de Jumilla en estado puro, con nuestros vinos como mejores embajadores.