Partido aburrido en el que los vinícolas jugaron contra diez durante más de 25 minutos tras la expulsión del nazarí, Fran Serrano

El FC Jumilla sigue sumando en el inicio de campaña 18/19, pero en este caso lo hizo con un empate a cero en un partido, que visto lo visto sobre el campo, con un penalti a favor y jugando frente a diez durante más de 25 minutos, sabe casi a derrota.

La mejor ocasión del Jumilla, a parte de la del penalti, llegó en los primeros compases del encuentro, apenas realizado el saque inicial, cuando Sylvain, tras una jugada bastante embarullada en el corazón del área, llegó a tocar el esférico para mandarlo hacia la portería del Recreativo Granada. Reaccionó bien Lejarraga, que detuvo el cuero justo antes de que traspasara completamente la línea de gol, aunque con bastantes dudas incluso para el colegiado que finalmente no lo dio por válido.

A partir de ahí, la primera mitad fue un toma y daca constante en el centro del campo, donde daba la sensación de que nadie quería hacerse con la pelota. Las ocasiones llegaban con cuentagotas y el público del Uva Monastrell comenzó a aburrirse hasta el extremo de guardar silencio y no animar al equipo, algo inédito en las últimas temporadas, sobre todo desde que la peña Fuerza Vinícola cohabita con el resto de la afición jumillana. Con el 0-0 reinando en el marcador, el encuentro se fue al descanso.

Le vino bien el parón al conjunto de Leonel Pontes, que no tuvo que ajustar líneas en el vestuario y sí transmitir energía a sus pupilos y la jugada le salió bien, tanto que nada más iniciarse la segunda parte llegaron las mejores jugadas del partido para los vinícolas, y lo hicieron sobre todo por banda derecha, con Mario Marín y Peque, como protagonistas, jugadas por otra parte no llegaban a buen puerto, o bien porque fallaba el último pase o bien porque los balones colgados eran casi imposibles de rematar para Álvarez.

Con este guion y un Jumilla bien plantado y con mucho oficio, en el minuto 63 llegó el primer cambió para ofrecer más mordiente a la punta de ataque. Se retiró un exhausto Ming Yang Yang, para dejar paso a Donovan Wilson, que en el primer balón que tocó y nuevamente en una jugada por banda derecha, forzó un penalti claro tras librarse de la marca de Fran Serrano, al que el colegiado mostró la roja directa.

Fue Oscar Rico el encargado de lanzarlo, y la ejecución no fue buena, marchándose el balón a la derecha de la portería granadina. Este fallo sentó como un jarro de agua fría a Rico, que ya apenas apareció en el partido y también a sus compañeros, que tuvieron un bajón de moral, que casi les cuesta el partido. Y es que un par de jugadas más tarde fue el central, Héctor Martínez, el que tuvo en su testa el 0-1, no encontrado finalmente el cuero la portería de Simón por muy poco. Y es que el Recreativo Granada, a pesar de jugar con uno menos, se fue en busca del gol, por suerte para el Jumilla, sin éxito.

De una más dispusieron en los últimos minutos los jumillano, otra vez con Wilson como protagonista, ya que remató dentro del área un balón que se fue por centímetros a la izquierda de la meta de Lejarraga y con el 0-0 en el marcador el colegiado decretó el final de los 90 minutos.

Ficha técnica:

FC Jumilla: Simón, Mario Marín, Silvayn, Robles, Miguel Marín, Manolo (Stevenson, min. 73), Alfonso Brito, Ming Yang (Donovan Wilson, min. 63), Oscar Rico, Peque (Bouba, min. 73) y Carlos Álvarez.

Recreativo Granada: Lejarraga, Marín, Hector, Eliséo, Fran Serrano, Nacho Buil (Hongla, min. 75), Jean Carlos (Adri Rivas, min. 73), Andrés García, Ontiveros, Yael (Morillos, min. 87) y Neva.

Árbitro: Rodríguez Carpallo, Hector (Colegio Valenciano), mostró la roja directa a Fran Serrano y amarilla a Eliseo por parte del Recreativo Granada y amarillas a Peque, Mario Marín y Bouba del FC Jumilla.

Incidencias: Partido correspondiente a la 3ª jornada de la liga de Segunda División B disputado en el Municipal uva Monastrell ante 400 aficionados. El césped mostraba un aspecto lamentable, ambos técnicos lo catalogaron en rueda de prensa como “indigno de la categoría”.