Se introdujo en España mediante el modus operandi de «gancho perdido», que es introducir la droga en el contenedor en el puerto de origen, o en alguna de sus escalas, con desconocimiento de la empresa exportadora de la carga legal que transporta.
Redacción/ L.T.
La Guardia Civil de la Región de Murcia aprehendió ayer uno de los mayores alijos de cocaína en una empresa Jumilla. Se trata de 775 kilogramos de cocaína introducida en España mediante el modus operandi de ‘gancho perdido’.
Los hechos tuvieron lugar durante la mañana de ayer, 06 de julio, cuando se recepcionó un contenedor marítimo, procedente de Sudamérica, en una empresa de Jumilla. En el interior del contenedor se hallaron varios bultos sospechosos que no tenían nada que ver con la mercancía esperada, lo que levantó las sospechas de que pudieran tratarse de sustancias ilícitas.
Fruto de la colaboración que el Equipo de Delincuencia Organizada Antidroga (EDOA) de la Guardia Civil con el resto de unidades de la Benemérita y ciudadanos, los responsables de la empresa contactaron con la Guardia Civil para informar de la incidencia.
Los especialistas en Policía Judicial de la Guardia Civil indicaron a los responsables de la empresa que no manipularan nada relacionado con el contenedor, ya que en un breve espacio de tiempo se personarían en el lugar para realizar las comprobaciones pertinentes.
Poco después, efectivos de la Benemérita especializados en la lucha contra el tráfico de drogas llegaron al lugar y, auxiliados por guardias civiles de Prevención de Seguridad Ciudadana, verificaron la existencia de una gran cantidad de bultos de dudosa legalidad.
Los guardias civiles realizaron in situ las oportunas indagaciones y primeros análisis básicos que permitieron constatar que los bultos ajenos a la carga legal, supuestamente, era cocaína, por los resultados arrojados por el narco test realizado.
También comprobaron que no era un hallazgo nimio, ya que ante ellos había centenares de bultos con forma de ladrillo, de aproximadamente un kilogramo de peso.
Inmediatamente, la Guardia Civil intervino y aseguró la droga, que en total arrojó un peso de 775 kilogramos, uno de los mayores alijos de cocaína incautados en la Región. En ese instante se activó el protocolo previsto para estos casos y se abrió la correspondiente investigación para esclarecer los hechos y detener a sus autores.
‘Gancho perdido’
En este tipo de envíos de droga, la técnica o modus operandi empleado es conocido en el argot policial como ‘gancho perdido’. Este método consiste en introducir la droga en el contenedor en el puerto de origen, o en alguna de sus escalas, con desconocimiento de la empresa exportadora de la carga legal que transporta.
Los narcotraficantes rompen los precintos, meten la sustancia ilícita y cierran de nuevo el contenedor. Una vez que el contenedor está en el puerto de destino, en este caso en Valencia, personas que trabajan para la organización que envía la droga retiran el estupefaciente tras romper esos segundos precintos del contenedor y los sustituyen por unos terceros precintos falsos que la propia trama delictiva, en ocasiones, junto con la droga.
El fin de este modus operandi es utilizar un transporte legal, aparentar que los contenedores no han sido manipulados e intentar eludir los controles policiales y aduaneros.
La droga aprehendida, los efectos incautados y las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Jumilla (Murcia).