Editorial

Sentirse seguro es crucial para las personas, ya que es sinónimo de confianza, tranquilidad y por lo tanto desarrollo. Por el contrario, la inseguridad es miedo y desasosiego.
En las ciudades hay personas tan diferentes como en botica. Las hay buenas y maleantes, por lo que se hace necesario contar con cuerpos policiales que pongan orden cuando éste se pierda. En este sentido, en Jumilla contamos con la Policía Local, una unidad que no es ni mucho menos que lo que era hace unos años, ha crecido en número, en medios y también en operaciones y, por lo tanto, en resultados.


La semana pasada se celebraba el patrón del cuerpo municipal, los Ángeles Custodios, mientras que este sábado es la Virgen del Pilar, un día dedicado a la Guardia Civil. Por ello, aunque habrá quien cuente la película conforme la haya ido la fiesta, lo cierto es que se trata de dos unidades cuyo compromiso es plenamente beneficioso para nuestra ciudad, y cuyo trabajo es muy importante cuando las cosas no se hacen bien.
La proximidad y el trato directo con los ciudadanos deben de ser características distintivas tanto de nuestra Policía Local como de la Guardia Civil. Su capacidad para resolver conflictos, mediar en disputas y ofrecer asistencia en situaciones cotidianas refuerza el tejido social de Jumilla. Su compromiso con la comunidad se tiene que ver reflejado y tanto unos como otros deben de estar siempre abiertos a la gente, a sus ciudadanos, a los que se deben y los que ahora reconocemos su labor.