El pregón de Navidad tuvo lugar en la iglesia de San Juan, donde también se celebró la misa con la rondalla de Coros y Danzas y después la actuación de la Coral Canticorum

M.C. C. Vera

En la Iglesia de San Juan se ha celebrado este año el pregón de Navidad, ofrecido por José Gómez Ortega. Fue un discurso profundo, lleno de valores religiosos y con recuerdos de infancia.
Gómez Ortega comenzó haciendo alusión al cartel de este año que representa: “Fe, familia, esperanza y Dios”. Para el pregonero “la Navidad es tiempo de celebrar, de unirnos y de reflexionar. Es una llamada a ser altruistas, a abrir nuestros corazones y a involucrarnos en iniciativas que ayuden a los más vulnerables”.


“La Palabra se hizo carne, evoca el nacimiento de Jesucristo, la llegada de un niño en un humilde pesebre, que simboliza la esperanza y la redención. Este mensaje, que se traduce en acciones de amor, nos llama a encarnar los valores que queremos ver en el mundo: la compasión, el respeto y la solidaridad”, destacó Gómez.
Para el pregonero, “en Jumilla, nuestras tradiciones belenísticas son el reflejo del cariño y respeto que sentimos hacia nuestros antepasados” y recordó, siendo niño, la ilusión de montar el belén junto a su familia, “sin dejar de pensar en las ausencias físicas que me susurran que coloque al niño de tal o cual manera y miro para afuera y veo que, en las estrellas de aquel papel, está él, mi padre”. También se refirió al presente y a la familia que ha formado y que le acompañan en el día a día.
“Imaginemos, por un momento, los belenes de nuestras casas y también los de la Ruta Belenista de Jumilla, representando no solo el nacimiento de Jesús, sino también los valores de nuestra comunidad”.

“Aromas y sabores”

Asimismo, José Gómez habló de aromas y sabores de la Navidad. “Olores reconfortantes que emanan de nuestras cocinas: el aroma de las pelotas, el cordero y el cabrito, los sequillos, rollos de vino, pirusas, cristóbalas, los turrones… en definitiva, el dulce de las tradiciones familiares, que nos recuerdan a nuestros abuelos. Cada plato lleva consigo una historia y un recuerdo, y en cada comida, compartimos más que un simple alimento, compartimos amor, lazos familiares y la esencia misma de nuestra comunidad y tradiciones, ancladas muchas de ellas en el origen de los tiempos”. Sin embargo, para el pregonero “No todo es luz y alegría. No, el verdadero enemigo se viste de pobreza, prejuicio y discriminación en cualquiera de sus vertientes. La Navidad nos enseña que nuestro compromiso deber ser hacia la humanidad, forjemos un compromiso aquí y ahora, para los que conviven con nosotros cada día, con el único objetivo de hacer de Jumilla una ciudad mejor, más inclusiva, más próspera y más generosa”.
El pregonero de la Navidad terminó refiriéndose a los niños que “son la esperanza y la ilusión del futuro” y a los mayores, “ellos son la verdad real de nuestra existencia y se merecen estar acompañados siempre”.

Misa y Canticorum

Tras el pregón, tuvo lugar la misa que contó con la actuación de la rondalla del grupo de Coros y Danzas.

A continuación, en este mismo escenario, la Coral Jumillana Canticorum, con sus coros infantil y de adultos, ofreció un concierto de villancicos solidarios.