(3-0) Los vinícolas pierden el ascenso tras el escándalo del domingo
El partido fue suspendido al quedarse los de Guardia con solo seis jugadores en juego. Turpín Vinader expulsó a diez componentes de la plantilla jumillana
J. J. Melero
El Alhama-Jumilla de vuelta de la final del play-off de ascenso a Preferente pasará a la historia como ejemplo de manual de cómo a un árbitro se le puede ir de las manos un partido que se estaba disputando con normalidad.

Con el objetivo de dar a conocer la realidad de lo ocurrido y minimizar todo lo posible la sanción, el club que preside Miriam García, presentó este martes un recurso ante la Federación Murciana, apoyado incluso por el Ayuntamiento, cuya alcaldesa estuvo presente y reaccionó en sus redes sociales.

Turpín Vinader expulsó a diez componentes de la plantilla jumillana, cinco de ellos jugadores sobre el césped, por lo que el partido tuvo que ser suspendido. Así lo marca el reglamento. No se puede jugar con menos de siete. Pero lo curioso es que ni siquiera el colegiado cayó en el ‘detalle’ y tuvo que ser el entrenador vinícola, que también había sido expulsado, el que se lo recordara.
El partido estaba en la prórroga con 3-0, lo que certificaba la remontada del Alhama, que es quien logra el ascenso tras superar el 2-0 de la ida, en el Uva Monastrell. Contó, además, dos penaltis a favor y alguno perdonado en su área, tal como certifican las imágenes.