Medio siglo de la obra del ingeniero Carlos Buigas

Una cruz, un templete modernista y otra fuente de diseño muy diferente, precedentes en el centro del popular parque

Reportaje J. J. Melero

Quizás sea el monumento más fotografiado del municipio en el último medio siglo, ya que en buena parte de sus 50 años de existencia se ‘disfraza’ cada mes de agosto durante diez días de Fuente del Vino. Pero también es objetivo de las cámaras durante el resto del año, por su belleza arquitectónica y por su posición de privilegio, ya que preside desde 1975 el que ha sido pulmón de la ciudad desde finales del siglo XIX.
Es la fuente de la emblemática Plaza del Rey Don Pedro. De nuevo en esto Jumilla vuelve a ser diferente. Ni calle Mayor, ni Plaza del Ayuntamiento, ni Plaza de España. El mayor espacio verde del municipio está dedicado a un rey concreto, como homenaje a Pedro I de Castilla. Y en su corazón, una obra del ingeniero y especialista en fuentes monumentales, Carles Buigas i Sans, arquitecto catalán conocido principalmente por haber diseñado la Fuente Mágica de Montjuic.


Su obra en Jumilla está situada y nivelada a exactamente 500 metros sobre el nivel del mar con referencia a la costa de Alicante. Así se hizo cuando se construyó el jardín entre 1887 y 1888. El cálculo fue tan exacto que provocó la diferencia de escalones entre los accesos norte y sur. El proyecto lo había redactado Carlos Eborcue en 1882.

El Real de la Feria

Se denominó sobre planos el Real de la Feria, aunque en sus primeros años se le conocía como La Explanada. De inicio no se proyectó para su parte central ninguna fuente. En aquel momento no se habían realizado todavía las obras de conducción de agua potable hasta la población, que terminaron en 1900 y cuyas fuentes se inauguraron en 1901.
Fue una gran cruz de madera lo que se colocó, una recurrente solución mucho más barata.


Conforme fueron avanzando las primeras décadas del siglo XX se le fue dando la configuración que llega hasta la actualidad, sustituyendo la cruz central por un gran templete en 1923, hecho totalmente de hierro en estilo modernista, con bar en la planta baja y espacio para la banda de música en la parte superior. Alojaba en el interior un café de bebidas y refrescos que estuvo regentado por Francisco Herrero, apodado Quico.


En 1927 se coloca el busto de bronce del médico, político e hijo predilecto Roque Martínez Pérez, obra del popular escultor Ignacio Pinazo. Tras la Guerra Civil Española y gracias a las suculentas ganancias de las subastas de los espartos, en los primeros años de la década de los años cuarenta se vuelve a remodelar la plaza. Se coloca ahora toda la azulejería de los parterres y los bancos enlosados, tanto del jardín como del paseo. Toda esta azulejería procedía de los talleres cerámicos de Hijos de Ramón Rejano de Sevilla, que son los mismos que habían hecho los azulejos de la popular Plaza de España de la capital andaluza.

Adiós templete, hola fuentes

Este es el momento en el que se sustituye el templete central por una fuente circular, quizás un error, dejándose llevar por las modas del momento. Se siguió la línea del resto de la reforma de la plaza y se remató también con azulejería. Con el paso de los años se fue deteriorando y desapareció la parte aérea de la misma.


Por esta razón, en la década de los setenta se decide darle un aire nuevo al emblemático espacio con una nueva fuente más acorde a los tiempos. En 1975 se inicia la construcción de la fuente luminosa y monumental que llega a la actualidad. Cuenta con maquinaria subterránea que le otorga el movimiento de los distintos chorros de agua y cambios de iluminación.
Desde principios de los años noventa es transformada cada año durante las Fiestas de la Vendimia como Fuente del Vino, lo que le hizo ganar en popularidad y ser visitada, desde entonces por su peculiaridad, por los miles de turistas que se acercan a disfrutar de las fiestas durante esos días.


Son fechas en las que la fuente del Rey Don Pedro se convierte en la imagen más deseada. La revolución de las cámaras en los móviles genera largas colas en las noches de las fiestas patronales. Hoy es un buen objetivo para ‘influencers’.