Concluye con éxito el segundo de los retos del Desafío +8000
Por primera vez se encontró con problemas de adaptación a la gran altura
J. J. Melero
Antonio Toral cumplió su segundo reto del Desafío +8000. El pasado jueves, tal como estaba previsto en el programa de la expedición, colocó la bandera de Jumilla en el techo de África, el monte Kilimanjaro.
“He comprobado por primera vez las verdaderas dificultades a que somete la altitud a tu cuerpo y, aunque haya logrado el objetivo propuesto, no lo tuve nunca claro ni pude darlo nunca por hecho hasta el último momento. De hecho, en el Kilimanjaro he visto a compañeros fuertes y curtidos quebrarse a metros de la cima, y a otros, aparentemente más débiles, sobreponerse a la altitud, llevarla mucho mejor de lo esperado y culminar el objetivo con éxito”, relataba el montañero jumillano tras terminar su aventura.

Coronar el techo de África ha sido la culminación a siete días de trekking en los que ha recorrido casi 70 kilómetros y 5.300 metros positivos, y negativos, en un entorno natural extraordinario.
Comenzó por una selva tropical absolutamente salvaje, siguiendo por gigantes campos de brezales, para recorrer después abruptas laderas y barrancos de áridos campos de lava. Había que rematar con una imponente mole de roca de casi 6.000 metros de altura.
En la madrugada del ascenso definitivo, la temperatura fue de -15ºC, a la que se unió un fuerte viento que puso a prueba a Toral.