Un concierto solidario celebrado en la sede de Amigos de Jumilla
El coro Sha Sha Vámonos agradeció a la asociación la cesión de su local, y dedicó dos obras a Vicente Albert
Lola Tomás Ruiz
Las VII Navidades Rocieras, celebradas en la sede de Amigos de Jumilla, volvió a demostrar que la música se convierte también en un gran motor de solidaridad. El recinto se llenó por completo en una cita muy especial para el Coro Rociero Sha Sha Vámonos, que congregó a numeroso público en una velada marcada por el ambiente navideño y el compromiso social.

La respuesta del público superó todas las expectativas, logrando la recogida de más de 150 kilos de alimentos, que serán destinados a Cáritas Jumilla, una cifra que refleja la implicación de los asistentes y el arraigo que esta iniciativa solidaria ha ido consolidando a lo largo de los años.

El concierto tuvo un componente emocional para el grupo organizador, que decidió celebrar esta edición en la sede de Amigos de Jumilla como agradecimiento al colectivo que les cedió este local donde iniciaron sus ensayos y actuaron por primera vez. Fuera del repertorio navideño, interpretaron un par de temas dedicados a Vicente Albert. Un gesto de gratitud que convirtió la cita en un reencuentro cargado de recuerdos y simbolismo.


Coplas rocieras, villancicos y un público entregado pusieron el broche a una noche donde la música, la solidaridad y la memoria compartida se dieron la mano, reafirmando el espíritu de estas Navidades Rocieras que ya forman parte del calendario cultural y solidario de la ciudad.












